El Gobierno de Irlanda detecto el pasado mes de enero, un alto porcentaje de ADN de caballo en varias marcas de hamburguesas etiquetada como carne de vacuno, que estaban distribuidas en supermercados de la propia Irlanda y el Reino Unido.

El ministro de Agricultura en un principio dijo que el origen de esta carne era de España y Holanda, posteriormente desmintió esta procedencia y le hecho el balón a otro país europeo, Polonia.

La presencia de carne de caballo en una hamburguesa, en principio no representa una amenaza sanitaria, pero se trata de un fraude al presentarla a la venta como solamente vacuno, cuando lleva otras carnes que deben de ser puestas en su etiquetado de ingredientes.

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