Intimidad habla de cercanía, de ser uno, de establecer prioridades con el fin de pasar tiempo de calidad con Dios. Intimidad es hambre y sed de Dios, es estar enamorados, pues solo existe un primer amor, no dos ni tres. Fuimos creados para relacionarnos con Dios en una intensa intimidad de adoración, elevando mi amor y mi adoración a quien le debo todo lo que soy y todo lo que me ha dado.
Intimidad no es pedirle cosas a Dios, sino relacionarme con Dios, siendo sincero sin esconderle nada, desnudando mi vida ante su presencia con el fin de que mi corazón sea saturado de su poder y gloria. Intimidad es una relación de confianza, donde mi dependencia en Dios tiene que ser absoluta, para poder obedecerle en todo y hacerlo a Él amo y Señor de mi vida.
Debes saber algo importante en cuanto a la intimidad con Dios, y es que lo importante no es como entraste ante la presencia de Dios, lo importante es como sales de la presencia de Dios. Cada que busques a Dios tu vida tiene que ser diferente, si no creces, es porque no tienes intimidad con Dios; si permaneces inmaduro, es porque tu intimidad con Dios es una mera apariencia, pues quienes tienen intimidad con Dios crecen, maduran y sirven con pasión.

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