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Síntesis del Episodio
CREEMOS y CONFESAMOS
Confesión de Fe de la ROCHELLE-1559
I. DIOS Y SU REVELACIÓN
7. La Creación
Creemos que Dios, en tres Personas cooperantes, han por su poder, su sabiduría y su incomprensible bondad creado, todas las cosas, no tan solo el cielo, la tierra y todo cuanto en ellos hay, sino también a los espíritus invisibles.
Los ángeles y demonios
De ahí el que, los unos (Satán y los demonios) están perdidos (destituidos) y caídos en la perdición, y los otros (los ángeles) han perseverado en la obediencia.
Creemos que los primeros, habiendo naufragado en la perversidad, son enemigos de todo bien, por consiguiente (enemigos también) de toda la Iglesia; y que los otros, habiendo sido preservados por la gracia de Dios, son los servidores encargados de glorificar su nombre y de ministrar (servir) a favor de los elegidos.
Gn. 1; Job 33:4; Sal.104; Is 40:26; Jn. 1:3,10; Actos 17:25-27, He. 1:2; 3:4. Col. 1:16-17; Sal. 33:6; Lc. 8:31; Mt. 25:41; 2 Pedro 2:4; Jud. 6; Sal. 103:20-21; Jn. 8:44; 2 Co. 2:11; 11:14; Ef. 6:12; Sal.34:8; 148:2; Mt. 25:31; He. 1:7,14.
8. La Providencia de Dios.
Creemos que Dios no solamente ha creado todas las cosas, sino que además las gobierna y las dirige, disponiendo de todo aquello que sucede en el mundo y ajustándolo todo en conformidad a su voluntad (o designio).
Cierto es también, que no creemos en absoluto que Dios sea el autor del mal o que la culpabilidad pueda serle imputada, sino todo lo contrario, ya que su voluntad es la regla soberana e infalible de toda rectitud (o de todo derecho) y de toda justicia verdadera. Mas Dios dispone de medios admirables para servirse de los demonios y de los impíos, de tal suerte que sabe cómo transformar (o convertir) en bien el mal que hacen y de lo cual son responsablemente culpables.
Y así, confesando que nada acontece sin la Providencia de Dios, nosotros adoramos con humildad los secretos que nos son ocultos (o desconocidos), sin suscitar por nuestra parte cuestionamientos que nos rebasen (o que sobrepasen a nuestro entendimiento). Mas al contrario, nos aplicaremos en nuestro interés personal en aquello que la Escritura Santa nos enseña para estar en paz y en confianza (seguridad); puesto que Dios, a quien todas las cosas son sujetas, vela sobre nosotros con un cuidado paternal tal, que no permitirá que caiga de nosotros un solo cabello de nuestra cabeza sin su consentimiento. De este modo, Él tiene bajo control los demonios y a todos nuestros enemigos de suerte que no pueden causarnos al más mínimo mal sin su permiso.
Sal. 104; Job 34:14-15; Jn. 5:17; He. 1:3; Gn. 27:20; 1 Re. 22:34; Sal. 75:7-8; 115:3; 139:2-6,13-18; Pr. 21:1; Is. 10:10:5-7;45:7; Lm. 3:37-38; Mt. 10:29-30; Actos 14:17; 17:26-28; Sgt.. 4:15; Job 1:22; Sal. 5:5; Oseas 13:9; Gá. 5:19-21; I Jn. 2:16;3:8; Sal. 45:7; 119; Gn. 45:8; 50:20; Job 12:13-25; Actos 2:23-24; 4:28; Ro. 8:28;9:19-20;11:33-34; Job 1:21; Sal.10:14;37:15; Ro. 5:3-4; 8:28-29; II Co. 4:7-18; I Tim. 5:18; Sgt.. 1:1-3 Mt. 6:25-34,10:30; Lc. 21:18; Gn.3:15; Job 1:12;2:6; Is.45:1-8
Confesión de Fe de la ROCHELLE-1559
I. DIOS Y SU REVELACIÓN
7. La Creación
Creemos que Dios, en tres Personas cooperantes, han por su poder, su sabiduría y su incomprensible bondad creado, todas las cosas, no tan solo el cielo, la tierra y todo cuanto en ellos hay, sino también a los espíritus invisibles.
Los ángeles y demonios
De ahí el que, los unos (Satán y los demonios) están perdidos (destituidos) y caídos en la perdición, y los otros (los ángeles) han perseverado en la obediencia.
Creemos que los primeros, habiendo naufragado en la perversidad, son enemigos de todo bien, por consiguiente (enemigos también) de toda la Iglesia; y que los otros, habiendo sido preservados por la gracia de Dios, son los servidores encargados de glorificar su nombre y de ministrar (servir) a favor de los elegidos.
Gn. 1; Job 33:4; Sal.104; Is 40:26; Jn. 1:3,10; Actos 17:25-27, He. 1:2; 3:4. Col. 1:16-17; Sal. 33:6; Lc. 8:31; Mt. 25:41; 2 Pedro 2:4; Jud. 6; Sal. 103:20-21; Jn. 8:44; 2 Co. 2:11; 11:14; Ef. 6:12; Sal.34:8; 148:2; Mt. 25:31; He. 1:7,14.
8. La Providencia de Dios.
Creemos que Dios no solamente ha creado todas las cosas, sino que además las gobierna y las dirige, disponiendo de todo aquello que sucede en el mundo y ajustándolo todo en conformidad a su voluntad (o designio).
Cierto es también, que no creemos en absoluto que Dios sea el autor del mal o que la culpabilidad pueda serle imputada, sino todo lo contrario, ya que su voluntad es la regla soberana e infalible de toda rectitud (o de todo derecho) y de toda justicia verdadera. Mas Dios dispone de medios admirables para servirse de los demonios y de los impíos, de tal suerte que sabe cómo transformar (o convertir) en bien el mal que hacen y de lo cual son responsablemente culpables.
Y así, confesando que nada acontece sin la Providencia de Dios, nosotros adoramos con humildad los secretos que nos son ocultos (o desconocidos), sin suscitar por nuestra parte cuestionamientos que nos rebasen (o que sobrepasen a nuestro entendimiento). Mas al contrario, nos aplicaremos en nuestro interés personal en aquello que la Escritura Santa nos enseña para estar en paz y en confianza (seguridad); puesto que Dios, a quien todas las cosas son sujetas, vela sobre nosotros con un cuidado paternal tal, que no permitirá que caiga de nosotros un solo cabello de nuestra cabeza sin su consentimiento. De este modo, Él tiene bajo control los demonios y a todos nuestros enemigos de suerte que no pueden causarnos al más mínimo mal sin su permiso.
Sal. 104; Job 34:14-15; Jn. 5:17; He. 1:3; Gn. 27:20; 1 Re. 22:34; Sal. 75:7-8; 115:3; 139:2-6,13-18; Pr. 21:1; Is. 10:10:5-7;45:7; Lm. 3:37-38; Mt. 10:29-30; Actos 14:17; 17:26-28; Sgt.. 4:15; Job 1:22; Sal. 5:5; Oseas 13:9; Gá. 5:19-21; I Jn. 2:16;3:8; Sal. 45:7; 119; Gn. 45:8; 50:20; Job 12:13-25; Actos 2:23-24; 4:28; Ro. 8:28;9:19-20;11:33-34; Job 1:21; Sal.10:14;37:15; Ro. 5:3-4; 8:28-29; II Co. 4:7-18; I Tim. 5:18; Sgt.. 1:1-3 Mt. 6:25-34,10:30; Lc. 21:18; Gn.3:15; Job 1:12;2:6; Is.45:1-8
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26/11/2017