Escuchar "Pablo Bertin. Bloque 2"
Síntesis del Episodio
Pablo Bertín volvió de la Guerra de Malvinas con 30 kilos menos. Era colimba y en 1982 tenía 19 años. “Un día pasé delante de un espejo y no me reconocí”, recuerda y cuenta que lo primero que hacían los militares era destruir cualquier potencial lazo de solidaridad. “Muchos recibíamos castigos, y nos decían que era por algo que había hecho uno. Si era cierto o no, no importaba. El objetivo era otro. Llegaba un punto en que todo estaba tan naturalizado que nadie decía nada. En ese contexto, y con la poca experiencia de vida que uno tenía hasta llegabas a pensar que ese daño que te hacían, tal vez fuera por tu bien.”
Respecto de las torturas recibidas, Bertín recordó: “Una vez, nos hicieron formar una fila cerca de una carpa adonde nos llamaban de a uno. Luego, salíamos por otra puerta. A mi turno, entré, me hicieron descalzar, me pusieron unos cables en el pie. Del otro lado, había un teléfono viejo, de esos a manivela. Y me empezaron a preguntar cosas de las que sabían las respuestas y después de responderles, me apoyaban otro cable en el cuello que me daba una descarga eléctrica. Se escudaban en estar preparándonos, pero lo hacían porque les resultaba placentero”. Bertín analiza: “Creo que primero hay que ubicar el contexto en el que entrábamos a la colimba: nuestros propios padres nos decían: ‘Ahora te vas a hacer hombre’. Y nos entregaban confiados en que nos harían un bien. La sociedad aceptaba eso sin medir el nivel de sadismo que tenían los militares, tanto en conjunto como individualmente. Así, tenían un cheque en blanco para hacer lo que quisieran”.
Sabedor de que todavía está pendiente revisar a quiénes la sociedad considera héroes, Bertín rememoró: “Nosotros tuvimos a un superior, Ramón Alberto Varela, que un día con tiros de revólver al piso hizo bailar a un compañero. El mismo que en cuanto empezaron los ataques, nos abandonó a los 50 que tenía a cargo y se fue a refugiar a una de las casas. Sin mando debimos sumarnos a otra columna. Y ese tipo recibió una medalla al valor”. Afirma que los vejámenes y las tareas humillantes eran para todos, pero revela que para los judíos se reservaban siempre lo peor: desde la limpieza de letrinas hasta ser atados y orinados. “A veces nos tenían zumbando a todos argumentando que teníamos en el grupo a uno de los que había matado a Jesus”, recordó Bertín. En ese contexto, a muchos conscriptos no les asombraba ver a un compañero estaqueado. Habían logrado naturalizar la tortura.
Este verdadero héroe de Malvinas, estuvo con Marcelo Duhalde sobre la lucha que todavía está pendiente sobre la cuestión Malvinas. Imposible escucharlo una sola vez.
Respecto de las torturas recibidas, Bertín recordó: “Una vez, nos hicieron formar una fila cerca de una carpa adonde nos llamaban de a uno. Luego, salíamos por otra puerta. A mi turno, entré, me hicieron descalzar, me pusieron unos cables en el pie. Del otro lado, había un teléfono viejo, de esos a manivela. Y me empezaron a preguntar cosas de las que sabían las respuestas y después de responderles, me apoyaban otro cable en el cuello que me daba una descarga eléctrica. Se escudaban en estar preparándonos, pero lo hacían porque les resultaba placentero”. Bertín analiza: “Creo que primero hay que ubicar el contexto en el que entrábamos a la colimba: nuestros propios padres nos decían: ‘Ahora te vas a hacer hombre’. Y nos entregaban confiados en que nos harían un bien. La sociedad aceptaba eso sin medir el nivel de sadismo que tenían los militares, tanto en conjunto como individualmente. Así, tenían un cheque en blanco para hacer lo que quisieran”.
Sabedor de que todavía está pendiente revisar a quiénes la sociedad considera héroes, Bertín rememoró: “Nosotros tuvimos a un superior, Ramón Alberto Varela, que un día con tiros de revólver al piso hizo bailar a un compañero. El mismo que en cuanto empezaron los ataques, nos abandonó a los 50 que tenía a cargo y se fue a refugiar a una de las casas. Sin mando debimos sumarnos a otra columna. Y ese tipo recibió una medalla al valor”. Afirma que los vejámenes y las tareas humillantes eran para todos, pero revela que para los judíos se reservaban siempre lo peor: desde la limpieza de letrinas hasta ser atados y orinados. “A veces nos tenían zumbando a todos argumentando que teníamos en el grupo a uno de los que había matado a Jesus”, recordó Bertín. En ese contexto, a muchos conscriptos no les asombraba ver a un compañero estaqueado. Habían logrado naturalizar la tortura.
Este verdadero héroe de Malvinas, estuvo con Marcelo Duhalde sobre la lucha que todavía está pendiente sobre la cuestión Malvinas. Imposible escucharlo una sola vez.
Más episodios del podcast Podcast Desandando, de Marcelo Duhalde
Último programa. Bloque 2
15/01/2016
Ultimo programa. Bloque 1
15/01/2016
Con Rafael Amor. Bloque 2
15/01/2016
Con Rafael Amor. Bloque 1
15/01/2016
Galasso en DESANDANDO. Bloque 2
15/01/2016
Con Norberto Galasso. Bloque 1.
15/01/2016
Con el periodista Martín Pique. Bloque 2
09/11/2015
Con Martin Pique. Bloque 1
09/11/2015
ZARZA Somos ZARZA, la firma de prestigio que esta detras de los grandes proyectos en tecnología de la información.