Escuchar "Viendo cómo pudieron construir Stonehenge"
Síntesis del Episodio
Viendo cómo pudieron construir Stonehenge.
Hoy vamos a viajar miles de años atrás, hasta la prehistoria, para descubrir cómo se construyó Stonehenge.
Este monumento megalítico de Inglaterra sigue siendo uno de los grandes misterios de la humanidad.
Sus enormes piedras, alineadas con el solsticio, han despertado teorías de todo tipo, desde rituales religiosos hasta observatorios astronómicos.
Pero la gran pregunta es: ¿cómo lograron mover y levantar esas piedras gigantes sin la tecnología moderna?
Lo primero que hay que saber es que existen dos tipos de piedras en Stonehenge.
Las más grandes son las sarsen, que pesan hasta 25 toneladas y se hallaban a unos 30 kilómetros de distancia.
Las más pequeñas son las bluestones, que pesan entre 2 y 4 toneladas, y llegaron desde Gales, a más de 200 kilómetros.
Para los arqueólogos, este transporte fue una auténtica hazaña de la ingeniería.
Una de las técnicas más aceptadas es que usaron trineos de madera y los deslizaban sobre troncos colocados como rodillos.
Imagina a decenas de hombres tirando de cuerdas, coordinados, mientras la piedra avanzaba poco a poco sobre los rodillos.
Otra posibilidad es que aprovecharan trineos sobre suelos húmedos, arrastrando las piedras con la ayuda de la grasa animal o el barro para reducir la fricción.
En los ríos, pudieron colocar las piedras en balsas de madera y transportarlas flotando hasta lugares cercanos al monumento.
Una vez en la llanura de Salisbury, empezaba el trabajo más duro: levantarlas.
Para ello, construyeron rampas de tierra y madera, inclinadas, sobre las que arrastraban las piedras hasta la posición vertical.
Después, cavaban un agujero en el suelo, colocaban la base de la piedra dentro y la levantaban usando palancas de madera y cuerdas.
Con esfuerzo, la piedra quedaba firme, sostenida por la propia tierra.
Las piedras horizontales, conocidas como dinteles, se colocaban gracias a andamios de madera y rampas, y las encajaban mediante un sistema de lengüeta y mortaja tallado en la piedra.
Este sistema garantizaba que las piedras permanecieran estables durante miles de años.
Todo el proceso requería no solo de fuerza bruta, sino también de planificación, organización y una comunidad entera trabajando junta.
Se calcula que pudieron participar cientos, incluso miles de personas, durante varias generaciones.
Hoy sabemos que Stonehenge no se construyó en un solo momento, sino en varias fases, a lo largo de más de 1.000 años.
Su alineación con el amanecer del solsticio de verano y la puesta de sol en invierno demuestra su profundo conocimiento astronómico.
Stonehenge es, al mismo tiempo, un enigma arquitectónico, un calendario solar y un lugar sagrado para los pueblos antiguos.
Y lo más fascinante es que aún hoy nos sigue impresionando con el mismo misterio que hace miles de años.
Hoy vamos a viajar miles de años atrás, hasta la prehistoria, para descubrir cómo se construyó Stonehenge.
Este monumento megalítico de Inglaterra sigue siendo uno de los grandes misterios de la humanidad.
Sus enormes piedras, alineadas con el solsticio, han despertado teorías de todo tipo, desde rituales religiosos hasta observatorios astronómicos.
Pero la gran pregunta es: ¿cómo lograron mover y levantar esas piedras gigantes sin la tecnología moderna?
Lo primero que hay que saber es que existen dos tipos de piedras en Stonehenge.
Las más grandes son las sarsen, que pesan hasta 25 toneladas y se hallaban a unos 30 kilómetros de distancia.
Las más pequeñas son las bluestones, que pesan entre 2 y 4 toneladas, y llegaron desde Gales, a más de 200 kilómetros.
Para los arqueólogos, este transporte fue una auténtica hazaña de la ingeniería.
Una de las técnicas más aceptadas es que usaron trineos de madera y los deslizaban sobre troncos colocados como rodillos.
Imagina a decenas de hombres tirando de cuerdas, coordinados, mientras la piedra avanzaba poco a poco sobre los rodillos.
Otra posibilidad es que aprovecharan trineos sobre suelos húmedos, arrastrando las piedras con la ayuda de la grasa animal o el barro para reducir la fricción.
En los ríos, pudieron colocar las piedras en balsas de madera y transportarlas flotando hasta lugares cercanos al monumento.
Una vez en la llanura de Salisbury, empezaba el trabajo más duro: levantarlas.
Para ello, construyeron rampas de tierra y madera, inclinadas, sobre las que arrastraban las piedras hasta la posición vertical.
Después, cavaban un agujero en el suelo, colocaban la base de la piedra dentro y la levantaban usando palancas de madera y cuerdas.
Con esfuerzo, la piedra quedaba firme, sostenida por la propia tierra.
Las piedras horizontales, conocidas como dinteles, se colocaban gracias a andamios de madera y rampas, y las encajaban mediante un sistema de lengüeta y mortaja tallado en la piedra.
Este sistema garantizaba que las piedras permanecieran estables durante miles de años.
Todo el proceso requería no solo de fuerza bruta, sino también de planificación, organización y una comunidad entera trabajando junta.
Se calcula que pudieron participar cientos, incluso miles de personas, durante varias generaciones.
Hoy sabemos que Stonehenge no se construyó en un solo momento, sino en varias fases, a lo largo de más de 1.000 años.
Su alineación con el amanecer del solsticio de verano y la puesta de sol en invierno demuestra su profundo conocimiento astronómico.
Stonehenge es, al mismo tiempo, un enigma arquitectónico, un calendario solar y un lugar sagrado para los pueblos antiguos.
Y lo más fascinante es que aún hoy nos sigue impresionando con el mismo misterio que hace miles de años.
Más episodios del podcast PODCAST DE TIM BENIYORK EN BENIDORM
El genio visionario de Leonardo Da Vinci.
24/10/2025
ZARZA Somos ZARZA, la firma de prestigio que esta detras de los grandes proyectos en tecnología de la información.