Escuchar "El rey de los piratas: Henry Avery."
Síntesis del Episodio
El rey de los piratas: Henry Avery.
El hombre que robó el mayor botín y nunca fue descubierto
Henry Avery pudo nacer en Plymouth, Devon, en el sudeste de Inglaterra, en 1653.
Desde muy joven se embarcó en la carrera marítima, siguiendo los pasos de su padre.
Comenzó en varios buques mercantes británicos y llegó a ser oficial.
De pronto, los registros generales perdieron su rastro hasta el año 1693.
Fecha en la que se unió, como primer oficial, a un barco corsario, el Charles dos.
Formaba parte de una expedición de la corona española para atacar a los franceses en el Caribe.
El Charles dos hizo escala en la Coruña para aprovisionarse.
Después recibió la patente de corso del rey de España, Carlos segundo.
Este documento, emitido desde la corona, les autorizaba a atacar y saquear naves de países enemigos.
Sin embargo, tras casi un año, la patente seguía sin llegar.
Los armadores dejaron de pagar los salarios a la tripulación hasta que esta situación se resolviese.
Henry Every aprovechó la ocasión para liderar un motín el 7 de mayo de 1694.
El futuro rey de los piratas dio la orden de salir de la Coruña a toda vela.
Mientras recibían fuego de artillería, ordenado por las autoridades españolas.
El Charles dos fue renombrado como ‘Fancy’, el elegante.
Los sublevados pusieron rumbo al océano Índico y establecieron su base pirata en Madagascar.
De camino se dedicaron a atacar puertos coloniales de las costas africanas.
Las autoridades empezaron a poner precio a sus cabezas.
Luego, los piratas capturaron tres barcos ingleses en las islas de Cabo Verde y otros dos daneses, frente a Santo Tomé.
Y de ahí emprendieron su viaje por la costa occidental de África.
Durante esta travesía, Avery se ganó su reputación como despiadado negrero.
Por el mal trato que le dio a sus cautivos.
Incluso, atacaron a otros piratas y les obligaban a unirse a ellos con alianzas a vida o muerte.
El rey pirata formó una flota de seis barcos desde su base en Madagascar.
Y se hicieron con los convoyes mercantes, cargados de riquezas, que hacían la ruta entre la India, la Meca y África.
En 1695 llegó la hora de ir a por el premio gordo.
El mayor botín pirata de todos los tiempos.
Se enteraron de que el emperador mogol Aurangzeb, iba a enviar una flota cargada de riquezas a la Meca.
A bordo, viajarían cientos de peregrinos y las esposas de importantes funcionarios de su imperio.
El emperador era el soberano del subcontinente indio.
Y él mismo se había denominado como: El Conquistador del universo.
Sin duda, era uno de los hombres más ricos de su tiempo.
Y el objetivo ideal para el rey de los piratas.
El 11 de septiembre de 1695, los de Avery, avistaron la flota del emperador.
Por supuesto, los barcos del mogol estaban fuertemente armados.
Sobre todo, dos de ellos, equipados con más de 40 cañones y 400 fusileros.
Precisamente, los piratas decidieron ir a por todas a por estos dos: el Ganj i Sawai y el Fateh Mohammed.
Tras un día de persecución, alcanzaron al Fateh y se apoderaron de él.
Abordaron el barco y capturaron un botín estimado en unos 14 millones de dólares actuales.
Ahora faltaba lograr su objetivo principal: el Ganj i Sawai.
Un barco gigantesco que transportaba la mayor parte del tesoro del emperador.
Hacerse con su premio gordo les costó dos horas de batalla y el tener la suerte de su lado.
Un cañón mogol, en mal estado, explotó y mató a una decena de soldados.
Este accidente les dio una ventaja decisiva durante el ataque pirata.
Una hora más tarde los asaltantes no tuvieron más que lanzar cañonazos hasta romper la base del mástil del buque mogol.
Este destrozo imposibilitó que la nave pudiera maniobrar.
Así que los piratas se lanzaron al abo rdaje desde sus barcos.
Dicen que los piratas de Avery tardaron siete días en poder cargar con todo el tesoro que robaron.
Dejando atrás un incontable número de orgías y violaciones a la tripulación del emperador.
Durante la masacre, muchas mujeres rehenes prefirieron suicidarse, arrojándose a los tiburones.
Al final, Avery se ganó su fama de rey de los piratas al hacerse con un botín estimado en unos 100 millones de dólares actuales.
El más grande jamás capturado en la historia de la piratería.
Compuesto de oro, plata, piedras preciosas, especias, seda o marfil.
Su acción cambiaría el rumbo de la historia.
Fue un punto de inflexión crucial para el ascenso del imperio británico y su dominio en todo el subcontinente asiático.
Los soberanos mogoles llevaban siglos gobernando la India.
Y siendo uno de los imperios más ricos, gracias a la exportación de la seda, el algodón o las especias.
Hasta que llegó la primera sociedad anónima de la historia.
Y una de las empresas más grandes de todos los tiempos: La Compañía Británica de las Indias Orientales.
El instrumento de la corona británica para conquistar la India.
Los pocos supervivientes del asalto pirata de Avery le dieron las malas noticias al emperador mogol.
Y éste culpó a la citada Compañía Británica como la responsable del gran robo de sus barcos.
Inglaterra tuvo miedo de perder sus relaciones comerciales así que emitió una proclamación real.
Y declararon a Henry Avery y a sus compinches como: enemigos de la humanidad.
Como vemos, el alcance del golpe de estos piratas había sido tan enorme, que cambiaría la geopolítica internacional del siglo 17 y la del curso de la historia.
Tras capturar aquel legendario botín, Avery y sus secuaces navegaron a Santo Tomé y de ahí al Caribe.
Se disolvieron en la primavera de 1696.
A pesar las cuantiosas recompensas por su cabeza, desapareció sin dejar rastro.
Lo cierto es que sí consiguieron apresar a algunos de sus piratas y fueron llevados ante la justicia.
Donde confesaron sus horribles atrocidades.
Pero nunca dieron con el paradero del rey de los piratas ya retirado.
Durante las siguientes décadas, surgieron todo tipo de rumores sobre su vida.
Que si vivía a todo lujo en una remota isla.
O que si lo había perdido todo y había muerto en la ruina.
Nunca lo hallaron.
El capitán Kidd, recibió el encargo de librar al océano de piratas.
Y más concretamente, el de capturar a Avery.
No solo no lo encontró, sino que él mismo, inspirado por su leyenda, se dedicaría también a la piratería.
En 1698, el gobierno británico emitió una amnistía general para todos los piratas, excepto para Kidd y Avery.
Ellos jamás serían perdonados.
Avery, el rey de los piratas se hizo con el botín más grande de su época, el One Piece.
Y logró escapar de la justicia y de la muerte.
El hombre que desafió a emperadores, imperios y océanos terminó formando parte del misterio.
Quizás murió pobre o rico.
Pero lo cierto es que logró lo que siempre buscó: su libertad.
Su rastro y el del botín se perdieron en la historia…pero su nombre sigue navegando por los mares de la leyenda.
El hombre que robó el mayor botín y nunca fue descubierto
Henry Avery pudo nacer en Plymouth, Devon, en el sudeste de Inglaterra, en 1653.
Desde muy joven se embarcó en la carrera marítima, siguiendo los pasos de su padre.
Comenzó en varios buques mercantes británicos y llegó a ser oficial.
De pronto, los registros generales perdieron su rastro hasta el año 1693.
Fecha en la que se unió, como primer oficial, a un barco corsario, el Charles dos.
Formaba parte de una expedición de la corona española para atacar a los franceses en el Caribe.
El Charles dos hizo escala en la Coruña para aprovisionarse.
Después recibió la patente de corso del rey de España, Carlos segundo.
Este documento, emitido desde la corona, les autorizaba a atacar y saquear naves de países enemigos.
Sin embargo, tras casi un año, la patente seguía sin llegar.
Los armadores dejaron de pagar los salarios a la tripulación hasta que esta situación se resolviese.
Henry Every aprovechó la ocasión para liderar un motín el 7 de mayo de 1694.
El futuro rey de los piratas dio la orden de salir de la Coruña a toda vela.
Mientras recibían fuego de artillería, ordenado por las autoridades españolas.
El Charles dos fue renombrado como ‘Fancy’, el elegante.
Los sublevados pusieron rumbo al océano Índico y establecieron su base pirata en Madagascar.
De camino se dedicaron a atacar puertos coloniales de las costas africanas.
Las autoridades empezaron a poner precio a sus cabezas.
Luego, los piratas capturaron tres barcos ingleses en las islas de Cabo Verde y otros dos daneses, frente a Santo Tomé.
Y de ahí emprendieron su viaje por la costa occidental de África.
Durante esta travesía, Avery se ganó su reputación como despiadado negrero.
Por el mal trato que le dio a sus cautivos.
Incluso, atacaron a otros piratas y les obligaban a unirse a ellos con alianzas a vida o muerte.
El rey pirata formó una flota de seis barcos desde su base en Madagascar.
Y se hicieron con los convoyes mercantes, cargados de riquezas, que hacían la ruta entre la India, la Meca y África.
En 1695 llegó la hora de ir a por el premio gordo.
El mayor botín pirata de todos los tiempos.
Se enteraron de que el emperador mogol Aurangzeb, iba a enviar una flota cargada de riquezas a la Meca.
A bordo, viajarían cientos de peregrinos y las esposas de importantes funcionarios de su imperio.
El emperador era el soberano del subcontinente indio.
Y él mismo se había denominado como: El Conquistador del universo.
Sin duda, era uno de los hombres más ricos de su tiempo.
Y el objetivo ideal para el rey de los piratas.
El 11 de septiembre de 1695, los de Avery, avistaron la flota del emperador.
Por supuesto, los barcos del mogol estaban fuertemente armados.
Sobre todo, dos de ellos, equipados con más de 40 cañones y 400 fusileros.
Precisamente, los piratas decidieron ir a por todas a por estos dos: el Ganj i Sawai y el Fateh Mohammed.
Tras un día de persecución, alcanzaron al Fateh y se apoderaron de él.
Abordaron el barco y capturaron un botín estimado en unos 14 millones de dólares actuales.
Ahora faltaba lograr su objetivo principal: el Ganj i Sawai.
Un barco gigantesco que transportaba la mayor parte del tesoro del emperador.
Hacerse con su premio gordo les costó dos horas de batalla y el tener la suerte de su lado.
Un cañón mogol, en mal estado, explotó y mató a una decena de soldados.
Este accidente les dio una ventaja decisiva durante el ataque pirata.
Una hora más tarde los asaltantes no tuvieron más que lanzar cañonazos hasta romper la base del mástil del buque mogol.
Este destrozo imposibilitó que la nave pudiera maniobrar.
Así que los piratas se lanzaron al abo rdaje desde sus barcos.
Dicen que los piratas de Avery tardaron siete días en poder cargar con todo el tesoro que robaron.
Dejando atrás un incontable número de orgías y violaciones a la tripulación del emperador.
Durante la masacre, muchas mujeres rehenes prefirieron suicidarse, arrojándose a los tiburones.
Al final, Avery se ganó su fama de rey de los piratas al hacerse con un botín estimado en unos 100 millones de dólares actuales.
El más grande jamás capturado en la historia de la piratería.
Compuesto de oro, plata, piedras preciosas, especias, seda o marfil.
Su acción cambiaría el rumbo de la historia.
Fue un punto de inflexión crucial para el ascenso del imperio británico y su dominio en todo el subcontinente asiático.
Los soberanos mogoles llevaban siglos gobernando la India.
Y siendo uno de los imperios más ricos, gracias a la exportación de la seda, el algodón o las especias.
Hasta que llegó la primera sociedad anónima de la historia.
Y una de las empresas más grandes de todos los tiempos: La Compañía Británica de las Indias Orientales.
El instrumento de la corona británica para conquistar la India.
Los pocos supervivientes del asalto pirata de Avery le dieron las malas noticias al emperador mogol.
Y éste culpó a la citada Compañía Británica como la responsable del gran robo de sus barcos.
Inglaterra tuvo miedo de perder sus relaciones comerciales así que emitió una proclamación real.
Y declararon a Henry Avery y a sus compinches como: enemigos de la humanidad.
Como vemos, el alcance del golpe de estos piratas había sido tan enorme, que cambiaría la geopolítica internacional del siglo 17 y la del curso de la historia.
Tras capturar aquel legendario botín, Avery y sus secuaces navegaron a Santo Tomé y de ahí al Caribe.
Se disolvieron en la primavera de 1696.
A pesar las cuantiosas recompensas por su cabeza, desapareció sin dejar rastro.
Lo cierto es que sí consiguieron apresar a algunos de sus piratas y fueron llevados ante la justicia.
Donde confesaron sus horribles atrocidades.
Pero nunca dieron con el paradero del rey de los piratas ya retirado.
Durante las siguientes décadas, surgieron todo tipo de rumores sobre su vida.
Que si vivía a todo lujo en una remota isla.
O que si lo había perdido todo y había muerto en la ruina.
Nunca lo hallaron.
El capitán Kidd, recibió el encargo de librar al océano de piratas.
Y más concretamente, el de capturar a Avery.
No solo no lo encontró, sino que él mismo, inspirado por su leyenda, se dedicaría también a la piratería.
En 1698, el gobierno británico emitió una amnistía general para todos los piratas, excepto para Kidd y Avery.
Ellos jamás serían perdonados.
Avery, el rey de los piratas se hizo con el botín más grande de su época, el One Piece.
Y logró escapar de la justicia y de la muerte.
El hombre que desafió a emperadores, imperios y océanos terminó formando parte del misterio.
Quizás murió pobre o rico.
Pero lo cierto es que logró lo que siempre buscó: su libertad.
Su rastro y el del botín se perdieron en la historia…pero su nombre sigue navegando por los mares de la leyenda.
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