Esta celebración nos enseña que nuestra dependencia debe ser siempre conectada con el Eterno y de allí la suka nos muestra que tan vulnerable podemos ser y que todo lo que tenemos viene de parte del Eterno; no sea que en un momento comencemos a prosperar y pensemos que lo que tenemos es por nuestro propio esfuerzo. Sukot nos enseña que todo viene de su mano y que esta vida es frágil y momentánea y que nada podemos alcanzar sin que Él lo de.

El propósito de nuestro Padre es y será siempre habitar en medio nuestro. De allí que el Mashiaj nos invita a que seamos uno con El, puesto que la unanimidad es el objetivo más importante que hay en este transitar para que su presencia habite en nosotros.

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