Manuel García Brandariz, Manolo para los amigos y "El Porriño" para todos, llegó a Burjassot hace 50 años en busca del amor. Peluquero de profesión, comenzó a trabajar en la peluquería de Pedro Fajardo, junto al arzobispado, y en 1968 en la pastelería-bar de Luis Elda Pascual en Burjassot, en el Paseo, en los bajos del edificio que sustituyó a la casa del médico Arturo Cervellera. Al poco tiempo se quedó con el negocio mediante un traspaso. Y nació el "Bar Porriño", que tomó el nombre de la localidad natal de Manolo.
Esto y mucho más nos contó Manolo Porriño el 11 de febrero (el tiovivo de Enrique, los alcaldes-clientes, la pérgola, la receta de su exitoso pulpo a la gallega...)
Un entrañable poema-retrato del entrevistado, escrito por Toni Ananda, fue recitado por Gloria Sevilla con su natural dicción y dramatismo. Manolo asentía a cada frase mientras escuchaba a Gloria. Y entre cientos de anécdotas llegó la hora de terminar con la indicación de Javier Naharros, a los mandos del control de sonido.
"Yo soy el Porriño", sigue diciendo Manolo por las mañanas, en sus paseos con su sombrero de tres euros y su bastón, a quien no lo conoce.

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