Estudio donde se descubre el lugar de cuyo nombre no quiso acordarse Cervantes en El Quijote

14/12/2015 11 min
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Síntesis del Episodio

“salió del metro, en el centro de una ciudad que no conocía, en el centro
de un país al Sur de Europa, al girar a la izquierda pudo ver un
gran reloj en lo alto, en el centro de un edificio. A su izquierda había
una estatua ecuestre en el centro de la plaza y en frente, la figura de
los vinos de “tio pepe”, tambien en el centro y en alto sobre un edificio.
No sabía donde estaba, pero por fín en su vida había encontrado
su centro, la figura que tanto había estado buscando y de la que tanto
le habló su familia….” El autor no dice de qué ciudad se trata, pero
está claro que la plaza es la Puerta del Sol y está en Madrid.
De esta misma manera se ha identificado el lugar, a través de las frases
de El Quijote, los tiempos y distancias que Cervantes, como pistas,
nos deja en su obra. El lugar de cuyo nombre no quiso (o no pudo)
acordarse. Es imprescindible conocer la realidad de Cervantes y de
La Mancha en aquella época y luego aplicar la geometría a las pistas
que el autor va dejando, piezas de un puzzle, que ha habido que encontrar
y luego encajar, hasta formar el cuadro.
Y, ¡¡¡ por fín!!!, cuatrocientos años después, podemos decir con total
seguridad, que el enígma está resuelto. Que el lugar, que quiso esconder
en su obra, MIGUEL DE CERVANTES, es MIGUEL
ESTEBAN.

AUTOR
Juan Torrillas Casas, se dejó caer de
la cigu?eña en Miguel Esteban, allá por
el 1964. Ingeniero y Director Técnico
de TC-Consultores, con la llegada de
la crisis de 2008 empezó a sobrarle
tiempo, ¡¡¡por fín!!!, así que se puso en
algo que le rondaba por la cabeza, descubrir
el pueblo o aldea a la que se refiere
Cervantes en su Quijote, si es
que ello era posible.
Con 17 años leyó El Quijote y un
libro titulado NO, donde se decía que
Miguel Esteban bien puedise ser la
cuna de Don Quijote, algo que se le
quedó grabado en su mente, hasta que
en el 2000, volvió a retomar el tema,
intentar descubrir “el lugar de cuyo
nombre no quiero acordarme”, no encontrando
nada que mereciese la
pena. Es en 2008, cuando desde otra
óptica y con una nueva metodología,
empiezan a encajar algunas cosas. En
2012, hace varios pre-estudios con diferentes
hipótesis, siendo en uno de
ellos donde “todo encaja como un
guante”, por lo que desarrolla un estudio
previo, que es completado esa
misma navidad de 2012 (aunque aún
habría más que hacer, en esto nunca
se acaba) . En 2015, con todos los
datos y una metodología mejorada,
desarrolla el presente estudio, donde
demuestra la exactitud geográfica y
temporal en la que desarrolla esta obra
nuestro inmortal Cervantes.