Este episodio, el primero del 2024, viene cargado de las hormonas del placer y la felicidad, la dopamina y la serotonina. Pero ¿sabías que, aunque ambas parecen ser buenas, podría ser que en la búsqueda excesivas del placer, estemos hipotecando nuestra capacidad de ser felices? Yo no lo sabía. 
Te invito a descubrir por qué hago esta afirmación, que no es mía; está documentada en los estudios científicos pero no los tomamos en cuenta con la seriedad que se merecen y nos dejamos llevar por las motivaciones y placeres de corto plazo. 

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