¡El salmista aquí está expresando la belleza que es estar en la morada de Dios! ¡Se sintió conmovido al decir esto! Cuando el libro de los Salmos fue escrito, las únicas partes de la Biblia que se habían escrito eran los libros de la Ley. Este salmista no tenía el Nuevo Testamento ni ninguno de los otros versos que nos encantan cuando escribió este verso. Leyó las leyes que había sido escrito y algo dentro de él todavía gritaba: "Me encanta estar en ¡Tu casa, Dios! Vio a un Hombre detrás de lo que se debe y no se debe hacer según la ley. Y cuando vio a ese Hombre, su corazón no pudo evitar conmoverse por Él, Jesús. Las reglas entonces tenían propósito y significado, entendió el salmista el “por qué” detrás de las reglas, o más bien el “quién”. Fuimos hechos para disfrutar y deleitar en el Señor!

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