NUESTRO SERVICIO A DIOS NO ES INÚTIL.

Algunas veces, al no ver los resultados de nuestro servicio al Señor, dudamos de mantener nuestras buenas obras en su nombre. Erróneamente pensamos, que de nada vale invertir nuestro tiempo, recursos económicos y esfuerzos en algo que no produce frutos, con estos pensamientos erróneos abandonamos la obra de servicio a Dios y a nuestro prójimo. En cuanto a abandonar nuestro servicio a Dios el apóstol Pablo nos exhorta: “Por lo tanto, mis amados hermanos, permanezcan fuertes y constantes. Trabajen siempre para el Señor con entusiasmo, porque ustedes saben que nada de lo que hacen para el Señor es inútil.” 1 Corintios 15:58. NTV.

El apóstol Pablo ante nuestro desánimo, nos alienta para que permanezcamos firmes y constantes a pesar de no ver los resultados de nuestras obras. Nos alienta para no dejar que las dudas, gobiernen nuestra mente y nos aparte de nuestra fe en Cristo Jesús. Además, el apóstol nos alienta para que seamos constantes y no abandonemos nuestro servicio al Señor a pesar de que parezca inútil. Por último, Pablo nos alienta a seguir trabajando más y más para el Señor, con entusiasmo, poniendo todo nuestro corazón en la obra encomendada. Parecerá difícil seguir adelante con la obra al no ver los resultados, pero sí podemos mantener una perspectiva celestial, nos será posible entender que no es frecuente ver lo bueno que viene como resultado de nuestros esfuerzos.

Frente a una aparente pérdida de resultados en lo que hemos venido realizando en nuestras congregaciones, no debemos desalentarnos, debemos mantenernos firmes y constantes, siguiendo adelante con la obra que el Señor nos ha encomendado. Debemos aprovechar cada vez más, todas las oportunidades que se nos presente para servir con alegría y entusiasmo. Pues nada de lo que hacemos en este mundo en el nombre del Señor es en vano. Nuestro fiel servicio al Señor, tal vez no se verá reflejado en este mundo, pero sí se reflejará en el mundo venidero, en el paraíso celestial.

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