Escuchar "LOS OJOS DAN LUZ AL CUERPO"
Síntesis del Episodio
LOS OJOS DAN LUZ AL CUERPO
En una casa que no tiene ventanas, o si sus ventanas permanecen siempre cubiertas con una gruesa cortina, su interior permanecerá a oscuras pese a que afuera pueda estar brillando radiantemente el sol. Para que la luz del sol entre en su interior, todas las cortinas deben ser abiertas, caso contrario todos los rincones de la casa permanecerán a obscuras para siempre. Algo similar sucede con las personas, la luz del evangelio de Cristo brilla intensamente, pero si las personas tienen cerrados sus ojos a esta luz, el evangelio no brillará en su interior, más bien, la obscuridad reinará en todo el ser de la persona, porque el ojo es la lampara del cuerpo que dispersa la obscuridad de su interior, tal como lo recalca Jesucristo: "Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz pero, cuando tu ojo es malo, tu cuerpo está lleno de oscuridad". Lucas 11:34 NTV.
Los ojos permiten que la luz penetre en el cuerpo; pero si los ojos no están funcionando correctamente, el cuerpo permanece en una absoluta obscuridad. Los ojos no solo permiten que la luz física penetre en el cuerpo sino también la luz espiritual. La luz espiritual es el evangelio de Cristo Jesús. Un gran número de personas caminan por la vida como si sus ojos no pudieran ver bien, pero no a la luz física, sino a la luz espiritual. Por eso viven sumergidos en una densa oscuridad que los lleva a la condenación eterna. Los malos deseos del corazón y la mente, hacen que los ojos no sean sensibles a la luz de la presencia de Cristo en sus vidas, por eso siguen viviendo bajo el control y el dominio de los deseos perversos de su carne. Cuando las personas logran ver a Jesús con los ojos de la fe, la luz del evangelio penetra en su interior y se ve reflejada en sus acciones, ya no para satisfacer a los deseos de su carne, sino para satisfacer a la voluntad de su Señor y Salvador.
Pese a que hayamos abierto los ojos a la luz del evangelio, podemos seguir viviendo en una oscuridad espiritual, si no permitimos que el evangelio penetre a todos los rincones de nuestro ser. Esto se evidencia cuando no estamos caminando en conformidad a la voluntad de nuestro Señor, pues no hemos abandonado definitivamente el pecado, tampoco estamos dedicando nuestro tiempo para estudiar su Palabra, menos para servirle con los dones y talentos que hemos recibido. Para evitar seguir viviendo en una obscuridad espiritual, debemos cambiar radicalmente y permitir que la luz del evangelio penetre todo nuestro ser, y esto solo lo lograremos si mantenemos una estrecha relación con Jesucristo. Además, esta relación hará que existan cambios en nuestro comportamiento y servicio, también producirá el fruto espiritual que el Señor desea que tengamos todos sus seguidores.
En una casa que no tiene ventanas, o si sus ventanas permanecen siempre cubiertas con una gruesa cortina, su interior permanecerá a oscuras pese a que afuera pueda estar brillando radiantemente el sol. Para que la luz del sol entre en su interior, todas las cortinas deben ser abiertas, caso contrario todos los rincones de la casa permanecerán a obscuras para siempre. Algo similar sucede con las personas, la luz del evangelio de Cristo brilla intensamente, pero si las personas tienen cerrados sus ojos a esta luz, el evangelio no brillará en su interior, más bien, la obscuridad reinará en todo el ser de la persona, porque el ojo es la lampara del cuerpo que dispersa la obscuridad de su interior, tal como lo recalca Jesucristo: "Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz pero, cuando tu ojo es malo, tu cuerpo está lleno de oscuridad". Lucas 11:34 NTV.
Los ojos permiten que la luz penetre en el cuerpo; pero si los ojos no están funcionando correctamente, el cuerpo permanece en una absoluta obscuridad. Los ojos no solo permiten que la luz física penetre en el cuerpo sino también la luz espiritual. La luz espiritual es el evangelio de Cristo Jesús. Un gran número de personas caminan por la vida como si sus ojos no pudieran ver bien, pero no a la luz física, sino a la luz espiritual. Por eso viven sumergidos en una densa oscuridad que los lleva a la condenación eterna. Los malos deseos del corazón y la mente, hacen que los ojos no sean sensibles a la luz de la presencia de Cristo en sus vidas, por eso siguen viviendo bajo el control y el dominio de los deseos perversos de su carne. Cuando las personas logran ver a Jesús con los ojos de la fe, la luz del evangelio penetra en su interior y se ve reflejada en sus acciones, ya no para satisfacer a los deseos de su carne, sino para satisfacer a la voluntad de su Señor y Salvador.
Pese a que hayamos abierto los ojos a la luz del evangelio, podemos seguir viviendo en una oscuridad espiritual, si no permitimos que el evangelio penetre a todos los rincones de nuestro ser. Esto se evidencia cuando no estamos caminando en conformidad a la voluntad de nuestro Señor, pues no hemos abandonado definitivamente el pecado, tampoco estamos dedicando nuestro tiempo para estudiar su Palabra, menos para servirle con los dones y talentos que hemos recibido. Para evitar seguir viviendo en una obscuridad espiritual, debemos cambiar radicalmente y permitir que la luz del evangelio penetre todo nuestro ser, y esto solo lo lograremos si mantenemos una estrecha relación con Jesucristo. Además, esta relación hará que existan cambios en nuestro comportamiento y servicio, también producirá el fruto espiritual que el Señor desea que tengamos todos sus seguidores.
Más episodios del podcast Paso a Paso a la Eternidad.
ASOCIÉMONOS CON LOS HUMILDES
29/07/2025
AUTOSUFICIENCIA HUMANA
13/05/2025
ANTES DE TOCAR FONDO
21/04/2025
DIOS NOS DIÓ DONES
15/04/2025
NADA A MEDIAS
10/04/2025
DEPRESIÓN NERVIOSA
24/03/2025
CONVERSACIONES EDIFICANTES
10/03/2025
SEAMOS AGRADECIDOS CON DIOS
29/01/2025
UNA FE INQUEBRANTABLE
13/01/2025
LEALTAD A DIOS
07/01/2025
ZARZA Somos ZARZA, la firma de prestigio que esta detras de los grandes proyectos en tecnología de la información.