ENSEÑE LAS LEYES DIVINAS

Todos los países del mundo se encuentran regidos por sus propias leyes y normas para garantizar la convivencia armónica de sus habitantes. Muchas veces la totalidad de las leyes de la nación, no son conocidas por todos, pues existen leyes que no son publicadas o enseñadas al pueblo regularmente. Pero el desconocimiento de esas leyes no exime de culpa a quienes las quebrantan. Cualquier persona que infrinja una ley, conociendo o no la ley, es castigado por infringirla. “Mi pueblo está siendo destruido porque no me conoce. Así como ustedes, sacerdotes, se niegan a conocerme, yo me niego a reconocerlos como mis sacerdotes. Ya que olvidaron las leyes de su Dios, me olvidaré de bendecir a sus hijos”. Oseas 4:6 NTV. El Señor había dictado leyes, mandamientos y normas de vida para el pueblo hebreo, pero una generación de israelitas no conocía la ley de Dios debido a que los sacerdotes no habían instruido al pueblo en el conocimiento de las leyes. Esa falta de conocimiento llevó al pueblo a vivir una vida inmoral delante de Dios, llevó al pueblo a su propia perdición pues recibieron el castigo divino por quebrantar las leyes dadas por el Señor. Es evidente que el desconocimiento de las leyes humanas o las leyes divinas no exime de culpa al infractor. Todo aquel que infrinja una ley será castigado. Si alguien de su familia todavía no ha aceptado a Jesucristo como su Señor y Salvador, hable con ellos, enséñeles las verdades divinas en cuanto al castigo por quebrantar las leyes de Dios. Hábleles para que no sean condenados con el mundo.

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