Martes V Semana del Tiempo de Cuaresma Muchas veces decimos ser de Dios, que nos hemos consagrado a El, que nuestra vida es de Dios… lo cual es cierto, el reto está en demostrarlo con nuestras actitudes incluso con las mas pequeñas porque en realidad es a través de los pequeños detalles que se logra hacer las cosas grandes. Hoy descubrimos una actitud que nos hace replantear si en realidad nos comportamos como un verdadero cristiano. ¿Será que a veces nosotros también somos como las serpientes venenosas que mordieron al pueblo de Israel? Lee los textos e identifica tu veneno para cambiar y ser verdaderamente de Dios… Nm 21, 4-9 Sal 101, 2-3. 19-21 Jn 8, 21-30

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