El fin de una era en la Suprema Corte de Justicia y en el poder judicial marca también el inicio de otra conversación: la de quienes, lejos de los tribunales de mármol, hicieron del derecho un instrumento vivo en una escuela primaria rural.Este episodio cuenta la historia de Raquel, una abogada que sabe lo que significa abrirse paso desde la marginalidad y que apostó por devolver algo de lo que la educación pública le dio; y de Celia, una defensora de mujeres que encontró en Presa de Dolores una causa que transformó su manera de ejercer el derecho. Hoy, Celia dirige Perteneces, la organización que nació de aquel litigio y que sigue acompañando a comunidades en todo el país.Este cuarto capítulo de la serie Guardianes de la Dignidad es un retrato de las defensoras que hicieron posible que un amparo se convirtiera en justicia encarnada.

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