Nosotros estamos de plácemes porque nos sentimos un poco como se sentían los fans del Chelsea club de fútbol en Londres cuando llegó Roman Abramovich. Y ya ven ustedes lo que fue Abramovich para el Chelsea, aunque ahora ya eso sea historia, pero en su momento los hinchas londinenses de los blues, estaban felices, igual que nosotros en este momento.
Es que para Baltimore, al menos para sus seguidores, la llegada de Rubenstein y Arougheti es parecida a la llegada de Messi al Inter de Miami. Es como la llegada de Ronaldo al Valladolid como presidente. Es como cuando Magic Johnson y otros inversores llegaron a los Dodgers e inundaron eso con millones de dólares.

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