Preocupaciones por el lado de los Orioles: otra vez los abridores. Cole Irvin tenía que mostrar solvencia y otra vez nos quedó debiendo. Aunque dejó el juego ganado, no mostró autoridad, como lo hicieron Grayson Rodríguez o Albert Suarez. El bullpen es una lotería. Hay días que podemos estar tranquilos, como en el 11-3, incluso el Yennier Canó del cierre de la serie fue el que suele ser. Lo de Kimbrel me preocupa porque está siendo tan bueno, que el día que falle por la razón que sea nos va a parecer que se viene el mundo encima.

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