A principios de los 80, pocos imaginaban que Depeche Mode llegaría a conquistar Estados Unidos. Pero seis discos después, en 1988, la banda había evolucionado por completo. La consagración llegó en marzo de 1990 con 'Violator', un álbum que marcó la madurez del grupo synth-pop.

Grabado en Milán y Dinamarca, este disco apostó por la espontaneidad en el estudio, lo que llevó a que muchas canciones cambiaran radicalmente desde su demo hasta su versión final. Según Martin Gore, fue la última vez que la banda disfrutó plenamente de la grabación de un álbum.

El impacto de 'Violator' fue inmediato: #1 en las listas de éxitos, más de un millón de copias vendidas en EE.UU., y una avalancha de elogios por su sonido minimalista y oscuro. Con el tiempo, este disco no solo ha reunido legiones de fans, sino que se ha convertido en el referente absoluto de Depeche Mode. Desde entonces, cada nuevo trabajo es comparado con 'Violator', el álbum que llevó a Depeche Mode a llenar estadios.

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