Durante tres días, Adriana dejó sus actividades, su trabajo, su tiempo e invirtió en los traslados con el fin de asistir a las mesas de trabajo realizadas en el Congreso del Estado para analizar las iniciativas de leyes sobre desaparecidos.

Viene desde un lugar que ella y sus habitantes conocen como la tierra de nadie por los hallazgos a diario de fosas clandestinas en casas abandonadas, en terrenos, donde los robos no cesan. Ahí le desaparecieron a su hijo hace dos años. Lo sacaron de su casa junto con su familia, su esposa y sus dos hijos, después a ellos tres los regresaron, pero él no volvió.

A lo largo de estos años, la Fiscalía de Desaparecidos no le ha brindado avances, la cambian constantemente de ministerios públicos y al último que le asignaron ni siquiera lo conoce. Apenas hace unas semanas se enteró que existe una Comisión Estatal de Búsqueda.

Para su nuera todo se ha complicado porque se hijo se hacía cargo de la manutención de la casa, el inmueble donde viven está a su nombre, pero su familia no puede reclamar nada ni acceder a una pensión, por limbo jurídico en el que se encuentra un desaparecido.

Adriana y otros familiares de desaparecidos, que acudieron al Congreso, hubieran querido que los diputados escucharan su necesidad de una ley de desaparecidos para dotar de mayores atribuciones a una comisión de búsqueda, así como la urgencia de legislar en la Declaración Especial de Ausencia para terminar con el calvario burocrático que implica acceder a los bienes de quienes están ausentes, pero la mayoría de los legisladores nunca llegaron.

La crisis de desaparecidos que vive Jalisco representa nueve mil 164 víctimas de este delito, similar a llenar un concierto en el Auditorio Telmex, pero eso no fue importante para los diputados locales, que durante tres días decidieron ignorar mesas de trabajo convocadas desde la Comisión Legislativa de Derechos Humanos.

La discusión se acordó para el 29, 30 y 31 de enero, aunque no era el primer acercamiento con los legisladores. Hace uno año, colectivos abandonaron las mesas porque los diputados pretendían discutir un dictamen al que nunca le hicieron las modificaciones solicitadas por las familias.

Tras esa desafortunada convocatoria, el miércoles pasado comenzó por segunda ocasión el intento de analizar estas propuestas. Diputados desaparecidos fue lo que hubo durante esas jornadas, pues su indiferencia hizo que el primer día, tres de ellos se quedaran solo para la foto y solo uno, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Jorge González Arana escuchó de manera permanente las peticiones de las víctimas, así como las recomendaciones de expertos y organizaciones.

Ese día, amilias evidenciaron los pocos resultados que ha dado la Comisión Estatal de Búsqueda, desde la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos se insistió en la necesidad de quitar el término de No Localizadas de la legislación local, de superar los estándares de la Ley General, organizaciones civiles pidieron la autonomía de la Fiscalía de Desaparecidos y la importancia de que la designación de la comisionada de búsqueda no sea por libre decisión del gobernador, pero fueron pocos los diputados que oyeron estas peticiones.

Su ausencia la hizo notar, el especialista en derechos de personas desaparecidas, Jorge Verástegui.

El reclamo no fue relevante para los diputados, pues por segundo día evidenciaron su desinterés. Cinco de 38 legisladores fueron, pero los presidentes de dos comisiones legislativas encargadas de dictaminar e incluir las observaciones de las familias, una vez más nunca llegaron. Se trata de la panista, Claudia Murguía Torres y el del PRD, Enrique Velázquez González.

Mientras ellos decidieron que eran más importantes otras actividades, Rocío Maya, esposa de un policía estatal desaparecido, explicaba en el recinto legislativo las dificultades que presenta para tener acceso a una pensión, a una beca para sus hijos y a los bienes de su esposo.

Para entonces, la molestia de las familias fue evidente y al finalizar los trabajos, condicionaron su permanencia en dichas mesas, si al menos los presidentes de las comisiones legislativas encargadas de dictaminar, no se presentaban al día siguiente.

Una vez más no importó. En el tercer y último día de foros, estuvieron presentes máximo seis diputados, algunos se paseaban en los pasillos, otros se quedaron dentro de sus oficinas, pero no salieron a atender a quienes suplen el trabajo de buscar ante la ineficiencia de la autoridad. Los familiares decidieron quedarse por ser un tema que a ellos sí les importa, les urge y les ha aquejado desde hace años.

Marta Leticia García del colectivo entre el Cielo y la Tierra, quien agrupa a familiares de desaparecidos del interior del estado, les recordó que ellas dejaron sus actividades, su trabajo, vinieron desde municipios donde las desapariciones están invisibilizadas para que supieran de sus preocupaciones y ni en la casa de los diputados pudieron encontrarlos.

El diputado, Jorge González Arana expresó al finalizar los foros que habrá mesas técnicas para elaborar los dictámenes con las comisiones encargadas, tal y como lo solicitaron las familias.

Prometió no dejarlas fueras de la elaboración de estas tres leyes, pero por lo pronto, como si no bastara la revictimización que a diario soportan en las distintas instancias de búsqueda, los familiares se toparon, una vez más, con la burocracia indolente en el Congreso del Estado. “La realidad los golpeó en la cara”, dijo Esperanza Chávez del colectivo por Amor a Ellxs.

Para MVS Noticias Jalisco
Fátima Aguilar

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