Jueves 13 de julio: La mañana no va a ser tranquila en la derecha. Para ser justos, desde hace como cuatro días que no son tranquilas. Un bloque que tenía todo a su favor, que podía sentarse en la tribuna a ver como su rival insistía en meterse autogoles, comenzó, por simple impericia política, a sucumbir, primero dejándose arrastrar por quienes de verdad parecen pensar que la orientación sexual del ministro de educación es un tema pertinente en la generación de políticas públicas de esa repartición, y luego sufriendo los efectos de haber pactado con esa sensibilidad.

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