Por: marian de la paz

Multiplicidad de voces amigas ponen su frecuencia vibracional a los textos de Naturaleza adentro (Ediciones doble ZZ, 2018) y crean así un nuevo texto colectivo. Edición de audios, Fernán - Caminos en la estepa, Newken.El libro de poemas, Naturaleza Adentro, de Mariana de la Paz Arabarco, pretende capturar algo del misterio del tiempo, del saber del cuerpo, del instante -ese puro flujo siempre inestable en que algo ocurre y algo se vuelve posible.Está organizado a modo de viaje hacia “la semilla” a través de cuatro apartados que forman un todo: Verano, Otoño, Invierno Primavera.Verano: “Por la cerradura/ de mí misma/ veo una orilla/libre de relojes En la Naturaleza/poesía En la Naturaleza/mi canto libre/halla senderos/hacia el misterio.”La potencia de su voz consiste en ir al grano de un afecto con tal intensidad que vibra en el cuerpo de sus lectores, en un “cuerpo a cuerpo” con la palabra.Otoño: “¿qué cara tienen mis miedos? Pegunté a la Machi (…) Seré todas mis otras/canté a media voz.”La intensidad del verso no sólo alcanza los afectos sino también el pulso vital que viene del cuerpo. El cuerpo baila con la biosfera y construye saberes-del-cuerpo orientadores de la vida. Invierno: “Pienso en verso el camino/con el bosque bien metido/en los pasos vacíos Cuerda floja/sin sonido.”Primavera: “Del trébol de cuatro hojas/sólo me queda la magia/del tiempo sin almanaque la actitud revirada/del verso en los labios un río caudaloso/devuelto al origen de mi ventana animal/abierta al mundo.”Después del viaje “naturaleza adentro”, la voz lírica junta sus pedazos y vuelve a salir, transformada.“Sólo abiertas flores cruzamos ese puenteMi llama se avivaMe peina el viento.”María Amelia Bustos Fernández

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