Escuchar "MYRIAM GRZONA- Doctora en Ingeniería Química de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA) de la Universi"
Síntesis del Episodio
Utilizan energía solar para deshidratar hortalizas
Investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA) de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) lograron deshidratar hortalizas con energía solar para elaborar alimentos nutritivos con fines sociales y reciclar el desecho de los productores hortícolas.
Myriam Grzona, doctora en Ingeniería Química, dijo a Télam que el proyecto consiste en la preparación de un alimento «nutricionalmente completo, sin contaminación, que no necesite refrigeración y pueda ser reconstruido fácilmente para cubrir deficiencias en las dietas». Además, destacó su utilidad en este contexto de pandemia de coronavirus, ya que está pensado para «ayudar en la emergencia alimentaria».
«Listo para la olla», es la mejor manera de describirlo, según Grzona, quien afirmó que se trata de una operación «muy importante en la conservación de frutas y hortalizas», que de la mano de la «energía solar» nos permite «sumarle ese valor» en materia energética.
Los productos obtenidos se caracterizan por su baja actividad acuosa y se utilizan como base para desarrollar nuevos alimentos, por ser fuentes de proteínas, vitaminas, minerales y fibra dietética, por lo que se planteó «destinar su producción a la elaboración de un alimento nutritivo con fines sociales» para comedores comunitarios o familias vulnerables, agregó.
Investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA) de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) lograron deshidratar hortalizas con energía solar para elaborar alimentos nutritivos con fines sociales y reciclar el desecho de los productores hortícolas.
Myriam Grzona, doctora en Ingeniería Química, dijo a Télam que el proyecto consiste en la preparación de un alimento «nutricionalmente completo, sin contaminación, que no necesite refrigeración y pueda ser reconstruido fácilmente para cubrir deficiencias en las dietas». Además, destacó su utilidad en este contexto de pandemia de coronavirus, ya que está pensado para «ayudar en la emergencia alimentaria».
«Listo para la olla», es la mejor manera de describirlo, según Grzona, quien afirmó que se trata de una operación «muy importante en la conservación de frutas y hortalizas», que de la mano de la «energía solar» nos permite «sumarle ese valor» en materia energética.
Los productos obtenidos se caracterizan por su baja actividad acuosa y se utilizan como base para desarrollar nuevos alimentos, por ser fuentes de proteínas, vitaminas, minerales y fibra dietética, por lo que se planteó «destinar su producción a la elaboración de un alimento nutritivo con fines sociales» para comedores comunitarios o familias vulnerables, agregó.