Jano, también Ianus, es el Dios de las puertas, los umbrales, los inicios y los finales; las transformaciones, los cambios. Representa el devenir del tiempo, la evolución. Tiene dos caras, es un poco como nuestra condición de seres humanos: una de ellas representa el error, la otra el acierto; una, la certeza, la otra, la incertidumbre. Como Prometeo, Jano es un Dios creador, hacedor: una especie de demiurgo que posibilitaba la agricultura, la riqueza, posibilitador también del intercambio y el dinero. Jano, en su doble condición de héroe, custodia el Universo y es el padre de las fuentes. Jano adquiere de Saturno el don de conocer el pasado y el futuro, pero también a veces es hipócrita y arbitrario. Jano abre el año, de este Dios deriva January, también Janeiro, Janero, y de ahí, nuestro Enero. Jano nos abrió una puerta hace casi un año, hoy la cerramos con este MQN19, mejor dicho, la entornamos. La volveremos a abrir de par en par en cuanto llegue el nuevo año.

Nuestro invitado de hoy, D. Antonio Piñero, es chipionero. Filólogo, escritor e historiador, su currículum es tan extenso que desglosarlo nos llevaría buena parte del tiempo de esta entrevista. A modo de resumen, diremos que ha escrito o editado más de medio centenar de libros y multitud de artículos científicos; gran parte de ellos dedicados a la vida de Jesús de Nazaret, el judaísmo anterior al cristianismo, la fundación del cristianismo, y en general en lengua y literatura del cristianismo primitivo analizadas desde una perspectiva científica.
Además de su dedicación académica, Antonio Piñero se ha caracterizado por su faceta de divulgador en diversos medios de comunicación.
Tras toda una vida dedicada a la investigación y la docencia, actualmente es catedrático emérito de filología griega en la Universidad Complutense de Madrid.

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