En 2007, poco antes del lanzamiento del iPhone, Steve Jobs estaba insatisfecho con la pantalla táctil del dispositivo. No estaba convencido de que respondiera de manera precisa y fluida a los gestos táctiles de los usuarios. A solo unas semanas del evento de lanzamiento, decidió que el iPhone necesitaba una mejora significativa en la interfaz táctil.
Jobs reunió a su equipo de ingenieros y les pidió que hicieran cambios drásticos en el software para mejorar la respuesta táctil. Esto significaba reescribir gran parte del código en un corto período de tiempo, lo que podría haber retrasado el lanzamiento del iPhone.
El equipo de ingenieros trabajó arduamente día y noche para cumplir con las demandas de Jobs. Finalmente, lograron mejorar la respuesta táctil y cumplir con el plazo de lanzamiento del iPhone. El dispositivo revolucionario se presentó al público y cambió para siempre la forma en que usamos los teléfonos móviles.
¿Qué tan determinante para este resultado exitoso fue el liderazgo de Steve Jobs? Y en ese mismo sentido ¿el liderazgo nace o se hace?
Bienvenidos al capítulo 23 de la tercera temporada de Marketing Coffee.

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