Hamás confirmó su aceptación incondicional del Plan de Paz de Trump para poner fin al conflicto en Gaza, estableciendo el cese inmediato de la guerra, fin de la ocupación israelí, entrada masiva de ayuda humanitaria e intercambio de prisioneros entre ambas partes. Este anuncio marca un punto de inflexión potencial en el conflicto de dos años.
El movimiento islamista agradeció públicamente los esfuerzos de los mediadores en Catar, Egipto y Turquía, así como del presidente Donald Trump "para poner fin a esta guerra y a la agresión israelí absoluta contra la Franja de Gaza". Este reconocimiento explícito del papel estadounidense representa un cambio significativo en la postura de Hamás.
Sin embargo, Hamás llamó a Trump, países árabes e islámicos y naciones del mundo a "garantizar que Israel no viole las condiciones del acuerdo y no se le permita reanudar la guerra o la agresión bajo ningún pretexto". El comunicado oficial reafirma de manera contradictoria que "nuestra resistencia no se detendrá" y "seguiremos comprometidos con la defensa de nuestra tierra, nuestra nación, nuestros prisioneros y nuestra causa justa".
Donald Trump anunció en Fox News que todos los rehenes israelíes serán liberados el lunes próximo "incluidos los cuerpos de los muertos", indicando que muchos están "profundamente bajo tierra" en los túneles de Hamás. "Mucho está sucediendo para liberar a los rehenes", aseguró el presidente estadounidense con optimismo sobre el avance del proceso.
La liberación programada para el lunes representaría la resolución de uno de los aspectos más dolorosos del conflicto para Israel, aunque persisten dudas sobre si Hamás cumplirá completamente con los términos del acuerdo.

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