España quedó fuera de la reunión en la que, con el Reino Unido como anfitrión, Estados Unidos presentó a varios países europeos su estrategia para la cumbre entre Donald Trump y Vladímir Putin, destinada a impulsar un acuerdo de paz.

El secretario británico de Relaciones Exteriores, David Lammy, y el vicepresidente estadounidense, JD Vance, convocaron a representantes de Francia, Alemania, Italia, Finlandia y Polonia para trazar una hoja de ruta sobre Ucrania. España no fue invitada.

La exclusión ocurre tras años de tensiones con Washington y otros aliados, que ni la cercanía de Pedro Sánchez con Volodímir Zelenski ha logrado suavizar. El rechazo a aumentar el gasto en defensa al 5 % y un enfrentamiento abierto con la Casa Blanca han enfriado las relaciones bilaterales.

Al final, los asistentes emitieron un comunicado señalando que “una solución diplomática debe proteger la seguridad de Ucrania y Europa. Las fronteras no deben cambiarse por la fuerza y la línea de contacto actual debe ser el punto de partida para las negociaciones. Solo un enfoque que combine diplomacia, apoyo a Ucrania y presión a Rusia para poner fin a la guerra ilegal puede tener éxito. La invasión de Ucrania por parte de Rusia viola la Carta de la ONU, el Acta Final de Helsinki, el Memorando de Budapest y otros compromisos”.

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