El Gobierno de Navarra cesó a Javier Lizarbe Chocarro como director del Servicio de Investigación, Inspección y Régimen Sancionador de la Oficina de Buenas Prácticas y Anticorrupción apenas 30 días después de su nombramiento. Coincidiendo con el estallido del caso Cerdán. 

El cese, publicado en el Boletín Oficial de Navarra, se justificó oficialmente por su traslado a otra plaza. Aunque su salida se produjo justo cuando comenzaba la investigación parlamentaria sobre las adjudicaciones públicas bajo sospecha.

La Oficina de Anticorrupción, creada por Bildu en 2017 y dirigida actualmente por Edurne Eginoa, ha quedado también salpicada por el escándalo. Eginoa, nombrada con el apoyo del PSN y sus socios de Gobierno, aparece en los documentos del caso Cerdán por su implicación en las obras del antiguo Archivo General de Navarra, cuando era directora general de Presidencia. Las obras fueron adjudicadas a una UTE formada por Acciona y Servinabar 2000, esta última estrechamente vinculada a la red investigada. El proyecto acabó con sobrecostes del 19% y un retraso de más de un año.

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