Una semana después, seguimos, como vaticinábamos la pasada, revolcándonos, con triste amargura y machacona determinación, entre las cenizas de nuestra propia miseria. Dicho musicalmente, seguimos descendiendo peldaños hacia el fondo del pozo donde el aire, cada vez menos respirable, continúa infectándose con los ponzoñosos sonidos inoculados por almas tan retorcidas.

A ver, con semejante presentación, o estás de bajona, o se te quitan las ganas de escuchar nada. Segunda parte de bandas atormentadas. Veamos cómo lo suavizamos para que deis al play:

Repite ANNACRUSA con mensaje esperanzador, todo lo bueno llegará cuando saques esa espina, y repite APHONNIC, en fase de aceptación desamorosa, siempre serás mi gran debilidad, musicalmente impecables ambas propuestas.

La vigorosa contundencia instrumental de EL TUBO ELÁSTICO te empieza a sacudir la costrosa capa que te dificulta el ascenso del pozo. No te confíes, aún no estamos en esas, las baladas del fin de los tiempos de CRIPPLE BLACK PHOENIX vuelven a arrastrarte hacia el fondo. Pero la maestría de DREAM THEATER te enfoca en el objetivo contrario.

¿Subimos, bajamos? Aún seguimos en el fondo. ANTIMATTER, peculiar contraste entre tristeza y elegancia, te prepara el cuerpo para la última batalla, la que, perdida de antemano, hará que te las veas con los invencibles MOTORPSYCHO: no te resistas, no quieras escapar. Déjate golpear en la penúltima parada antes de la redención.

Y la redención balsámica la tendrás con ANATHEMA, luminosos, deshaciendo las nubes tras las que ya vislumbras el azul universal.

¿Suficientemente tortuoso el camino? No es para tanto. Sabes bien que podría haber sido mucho peor. Atrévete a atravesarlo con paso firme, que la música te acompaña.

Y hasta aquí, que ya está bien de regodearse en ritmos tan sufridos. La semana que viene volvemos a la feliz alternancia de las múltiples emociones musicales. El inagotable catálogo progresivo nos ofrece generosamente una amplia gama para elegir.

Feliz semana

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