Los Ber sabian muy bien que al entrar los Paios en una ciudad o tierra conquistada, su ley era inexorable y sin apelación: todos los varones Bere mayores de 14 años, sin distinción, serían degollados o quemados vivos. A los niños no púberos se les cortaría los testículos a fin de que mas tarde no pudieran reproducirse. Servirían como criados en las casas de los mercaderes y funcionarios que los comprasen (el significado original de PÚBER se referia solamente al órgano genital de las Bere).
Los Pares dejaban siempre con vida a las mujers jovenes y a las niñas vírgenes, pues las reservaban para ellos. Las otras mujeres las entregaban a la soldadesca, muchas veces luchando con el único deseo de conseguirlas.

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