Escuchar "Lectura de la Página 20 del Libro de Texto de Un Curso de Milagros"
Síntesis del Episodio
2. LA SEPARACIÓN Y LA EXPIACIÓN
V. La función del obrador de milagros
1. Antes de que los obradores de milagros estén listos para emprender su función en este mundo, es
esencial que comprendan cabalmente el miedo que se le tiene a la liberación. De lo contrario,
podrían fomentar inadvertidamente la creencia de que la liberación significa aprisionamiento,
creencia que, de por sí, ya es muy prevaleciente. Esta percepción errónea procede a su vez de la
creencia de que el daño puede limitarse sólo al cuerpo. Ello se debe al miedo subyacente de que la
mente puede hacerse daño a sí misma. Ninguno de esos errores es significativo, ya que las
creaciones falsas de la mente en realidad no existen. Este reconocimiento es un recurso protector
mucho más eficaz que cualquier forma de confusión de niveles porque introduce la corrección al
nivel del error. Es esencial recordar que sólo la mente puede crear, y que la corrección sólo puede
tener lugar en el nivel del pensamiento. Para ampliar algo que ya se mencionó anteriormente, el
espíritu ya es perfecto, y, por lo tanto, no requiere corrección. El cuerpo no existe, excepto como un
recurso de aprendizaje al servicio de la mente. Este recurso de aprendizaje, de por sí, no comete
errores porque no puede crear. Es obvio, pues, que inducir a la mente a que renuncie a sus
creaciones falsas es la única aplicación de la capacidad creativa que realmente tiene sentido.
V. La función del obrador de milagros
1. Antes de que los obradores de milagros estén listos para emprender su función en este mundo, es
esencial que comprendan cabalmente el miedo que se le tiene a la liberación. De lo contrario,
podrían fomentar inadvertidamente la creencia de que la liberación significa aprisionamiento,
creencia que, de por sí, ya es muy prevaleciente. Esta percepción errónea procede a su vez de la
creencia de que el daño puede limitarse sólo al cuerpo. Ello se debe al miedo subyacente de que la
mente puede hacerse daño a sí misma. Ninguno de esos errores es significativo, ya que las
creaciones falsas de la mente en realidad no existen. Este reconocimiento es un recurso protector
mucho más eficaz que cualquier forma de confusión de niveles porque introduce la corrección al
nivel del error. Es esencial recordar que sólo la mente puede crear, y que la corrección sólo puede
tener lugar en el nivel del pensamiento. Para ampliar algo que ya se mencionó anteriormente, el
espíritu ya es perfecto, y, por lo tanto, no requiere corrección. El cuerpo no existe, excepto como un
recurso de aprendizaje al servicio de la mente. Este recurso de aprendizaje, de por sí, no comete
errores porque no puede crear. Es obvio, pues, que inducir a la mente a que renuncie a sus
creaciones falsas es la única aplicación de la capacidad creativa que realmente tiene sentido.