El recuerdo de ser uno en Dios llega a nuestra mente ocupando el lugar de todas las ilusiones, y es la señal de que estás dispuesto a dejar que el perdón descanse sobre todas las cosas sin excepción y sin reservas.

Plantéate aquí ahora, si estás dispuesto a ello, pues es lo único que necesitas para despertar del sueño de miedo y culpa.
El segundo advenimiento llega con la visión del mundo real, en el cual ya no hay identificación que nos separe de nuestra realidad.
Ahora somos una sola identidad en Cristo, a través del cual Dios le sonríe a su Hijo su única creación y única dicha.

Sigue entregando tu vida y voluntad para que el recuerdo de Dios sea ya, en toda mente

Gracias Padre por venir de nuevo a mi mente para hacerme tuya.

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