Esta simpática historia de una asamblea de herramientas en una carpintería me invita a reflexionar que en la vida (familia, amigos, equipos de trabajo, etc.) debemos ver las cualidades de las personas y potenciarlas, más que ver los errores.
Los equipos de trabajo funcionan gracias a la suma de las cualidades de cada elemento que lo conforma.
Reflexiono... normalmente me es más fácil reconocer mis errores y debilidades que ver y reconocer mis cualidades.
Y veo también que Dios puede ser representado en este cuento como el Carpintero, porque solo se fija en nuestras cualidades y con eso hace maravillas en y con nosotros!

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