Lección 95 de Un curso sobre Milagros

01/04/2019 13 min
Lección 95 de Un curso sobre Milagros

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Síntesis del Episodio

L E C C I Ó N 95
L95 Soy realmente un Yo414 Que es Uno, unido a Mi Creador.
L95.1 1 La idea de hoy te describe exactamente Tal como Dios Te creó. 2 Eres realmente Uno en Ti Mismo415, y Uno con Él416. 3 Tuya es la Unidad de toda la Creación. 4 Tu perfecta Unidad hace imposible que se produzca ningún cambio en Ti. 5 Pero tú no aceptas esto, ni te das cuenta de que tiene que ser así, debido a que crees que ya te has modificado a ti mismo. 6 En efecto, te ves como una ridícula parodia de la Creación de Dios: débil, vicioso, odioso, y pecador, miserable y agobiado por el dolor.
L95.2 7 Tu versión de ti mismo es ésta: eres un yo dividido en muchas partes en conflicto unas con otras, separadas de Dios, y que son mantenidas juntas a duras penas por su errático y caprichoso hacedor, a quien tú le rezas. 8 Él no oye tus plegarias, pues es sordo; 9 no ve el reflejo de la Unicidad que hay en ti, pues es ciego; 10 no entiende que realmente eres el Hijo de Dios, pues es insensato y no comprende nada.
L95.3 11 Hoy trataremos de concienciar únicamente lo que puede oír y ver acertadamente y, lo que tiene perfecto sentido. 12 Una vez más, vamos a dirigir nuestros ejercicios para llegar a417 tu Yo Que es Uno, el Cual está unido a Su Creador. 13 Hoy con paciencia y llenos de esperanza, volvemos a intentarlo.
L95.4 14 Dedicar los primeros cinco minutos de cada hora de vigilia a practicar la idea del día ofrece ciertas ventajas en la etapa de aprendizaje en la que te encuentras ahora. 15 Es difícil a estas alturas, evitar que tu mente divague si emprendes prácticas largas. 16 Seguramente ya te diste cuenta de eso. 17 Has observado cuán grande es tu falta de disciplina mental, y la necesidad que tienes de entrenar tu mente. 18 Es necesario que concientices esto, pues ciertamente es un obstáculo para tu progreso.
L95.5 19 En esta etapa, las prácticas más frecuentes aunque más cortas, te ofrecen otras ventajas. 20 Además de haber reconocido lo difícil que te resulta mantener tu atención fija por largos intervalos, también debes haber notado que —a menos de que se te recuerde frecuentemente tu propósito— tiendes a olvidarte de él por largos períodos de tiempo. 21 Te olvidas a menudo de las aplicaciones cortas de la idea del día, y aún no has formado el hábito de utilizarla como respuesta automática frente a cualquier tentación.
L95.6 22 A estas alturas, necesitas una estructura que incluya frecuentes recordatorios de tu meta e intentos regulares para alcanzarla. 23 La regularidad en términos de tiempo no es el requisito ideal para la forma más beneficiosa de practicar la salvación. 24 No obstante, es algo ventajoso para aquellos cuya motivación no es perseverante y que siguen defendiéndose fuertemente contra el aprendizaje.
L95.7 25 Por lo tanto, seguiremos todavía por algún tiempo con nuestras prácticas de cinco minutos cada hora, y se te exhorta a que omitas las menos posibles. 26 Utilizar los primeros cinco minutos de cada hora te resultará particularmente útil, ya que ello impone una estructura más firme. 27 No obstante, no utilices tus incumplimientos de este horario como una excusa para no regresar a él tan pronto como puedas.
L95.8 28 Puede que te sientas tentado de considerar el día como perdido porque dejaste de hacer lo que se requería de ti. 29 No obstante, esto debería reconocerse sencillamente como lo que es: una renuencia de tu parte a permitir que tus errores sean corregidos, y una falta de disposición para volver a intentarlo.
L95.9 30 El Espíritu Santo no va atrasarse en Su enseñanza debido a tus erro-res. 31 Lo único que lo puede retener es tu falta de voluntad por desprenderte de ellos. 32 Así pues —especialmente durante los próximos siete u ocho días— optemos por estar dispuestos a perdonarnos a nosotros mismos por nuestras faltas de diligencia y por no seguir al pie de la letra las instrucciones que se nos dan para practicar la idea del día.
L95.10 33 Esta tolerancia con la debilidad nos permitirá pasarla por alto, en lugar de otorgarle el poder de demorar nuestro aprendizaje. 34 Si le otorgamos ese poder, creeremos que es fuerza, y estaremos confundiendo fuerza con debilidad. 35 Cuando no cumples con los requisitos de este Curso, sólo estás cometiendo un error. 36 Esto requiere que se corrija, y nada más. 190
L95.11 37 Permitir que el error siga repitiéndose es cometer errores adicionales que, al basarse sobre el primero, lo refuerzan. 38 Es este el proceso que debes dejar a un lado, pues no es más que otra manera de defender las ilusiones contra la Verdad. 39 Deja atrás todos estos errores reconociéndolos sencillamente como lo que son: 40 intentos de no concienciar el hecho de que eres realmente un Yo Que es Uno, unido a Tu Creador, Uno con cada aspecto418 de la Creación, e ilimitado en poder419 y paz420.
L95.12 41 Esta es la Verdad, y nada más lo es. 42 Hoy volveremos a afirmar esta Verdad, y trataremos de llegar a aquel lugar en ti donde no existe la menor duda de que sólo eso es Verdad. 43 Comienza las prácticas de hoy con la garantía que sigue y ofrécesela a tu mente con toda la certeza que puedas darle:
L95.13 44 Soy realmente un Yo Que es Uno, unido a Mi Creador, uno con todos los aspectos de la Creación, e ilimitado en poder y paz.
L95.14 45 Luego cierra los ojos y repítela otra vez interiormente, lentamente y a conciencia, tratando de dejar que el significado de las palabras penetre en tu mente y reemplace todas tus falsas ideas:
L95.15 46 Soy realmente un Yo Que es Uno.
L95.16 47 Repite esto varias veces y luego trata de sentir el significado que las palabras transmiten. 48 Eres realmente un Yo Que es Uno, unido y a salvo en la luz, la alegría y la paz. 49 Eres el Hijo de Dios, un Yo Que es Uno, con un único Creador, y una única meta: la de llevar la concienciación de esta Unicidad a todas las mentes, de manera que la verdadera Creación pueda extender la Totalidad y Unidad de Dios.
L95.17 50 Porque realmente eres el Yo Que es Uno, estás completo, curado y en la completitud421, con el poder de levantar el velo de tinieblas que cubre el mundo, y permitir que la luz que está en ti resplandezca para enseñar a este mundo la Verdad sobre ti. 51 Eres realmente un Yo Que es Uno, en perfecta armonía con todo lo que es y con todo lo que será422. 52 Eres realmente un Yo Que es Uno, el santo Hijo de Dios, unido a tus hermanos en ese Yo, y unido a Tu Padre en Su Voluntad.
L95.18 53 Siente en ti a este Yo Que es Uno, y permite que su resplandor disipe todas tus ilusiones y dudas. 54 Éste es tu Yo, el Hijo de Dios Mismo, libre de pecado como Su Creador, Cuya Fuerza mora en Ti y Cuyo Amor es eternamente Tuyo. 55 Eres un Yo Que es Uno, y se te ha dado poder sentir este Yo en tu fuero interno, y expulsar todas tus ilusiones fuera de la única Mente que es este Yo, la santa Verdad en ti.
L95.19 56 Hoy no olvides. 57 Necesitamos tu ayuda, la pequeña parte que te corresponde desempeñar para llevar la felicidad a todo el mundo. 58 Y el Cielo423 te mira confiado en que hoy lo intentarás. 59 Por consiguiente, comparte Su certeza, pues realmente es Tuya. 60 Mantente alerta. 61 Hoy no olvides.
L95.20 62 Recuerda tu meta a lo largo del día. 63 Repite la idea de hoy tan a menudo como puedas, y comprende que cada vez que lo haces alguien oye la voz de la esperanza, el palpitar de la Verdad en su mente, y el ligero batir de las alas de la paz. 64 Reconocer que eres un único Yo, unido a Tu Pa-dre, constituye un llamamiento al mundo entero para que sea uno contigo. 65 A todo aquel con quien hoy te encuentres, asegúrate de entregarle la promesa contenida en la idea de éste día diciéndole:
L95.21 66 Realmente eres conmigo un Yo Que es Uno, unidos a nuestro Creador en este Yo. 67 Te honro por Lo que soy, y por Lo que Él es, Que nos ama a ambos cual Uno.