Lección 80 de Un Curso sobre Milagros

13/03/2019 4 min
Lección 80 de Un Curso sobre Milagros

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Síntesis del Episodio

L E C C I Ó N 80
L80 Reconoceré que mis problemas han sido resueltos.
L80.1 1 Si estás dispuesto a reconocer cuáles son tus verdaderos problemas, reconocerás que realmente no tienes ninguno. 2 Tu problema central ha sido resuelto y no tienes ningún otro. 3 Por lo tanto, debes sentirte en paz. 4 La salvación depende de que reconozcas que ése es el único problema y de que entiendas que ya ha sido resuelto. 5 Hay un solo problema y una sola solución. 6 La salvación se ha logrado. 7 Te ha sido dado estar libre de todo conflicto. 8 Acepta este hecho, y estarás listo para ocupar el puesto que te
corresponde en el plan de Dios para la salvación.
L80.2 9 ¡Tu único problema ha sido resuelto! 10 Repite esto hoy una y otra vez a lo largo del día interiormente, con gratitud y convicción. 11 Has reconocido tu único problema, dando así paso al Espíritu Santo para que te dé la Respuesta de Dios. 12 Has dejado a un lado el engaño, y has visto la luz de la Verdad. 13 Has aceptado la salvación al llevar el problema a la solución.
14 Y puedes reconocer la solución, porque el problema ha sido
identificado.
L80.3 15 Hoy tienes derecho a la paz. 16 Un problema que ya ha sido resuelto no puede perturbarte. 17 Tan sólo, asegúrate de no olvidar que todos los problemas son la misma cosa. 18 Mientras te acuerdes de esto, sus múltiples formas no te podrán engañar. 19 Solo hay un problema y una solución.
20 Acepta la paz que te aporta esta sencilla afirmación.
L80.4 21 En nuestras prácticas más largas de hoy, reivindicaremos la paz que tendrá que ser necesariamente nuestra una vez que se hayan reunido problema y solución. 22 El problema tendrá que haber desaparecido, porque la
Respuesta de Dios no puede fallar. 23 Al haber reconocido el problema, habrás reconocido la solución. 24 La solución es inherente al problema. 25 Se te ha contestado y tú has aceptado la Respuesta. 26 Te has salvado.
L80.5 27 Permite ahora que se te dé la paz que tu aceptación trae consigo. 28 Cierra los ojos y recibe tu recompensa. 29 Reconoce que tus problemas han sido resueltos. 30 Reconoce que no tienes conflictos, y que estás libre y en paz. 31 Sobre todo, recuerda que tienes un solo problema y que el
problema tiene una sola solución. 32 En esto reside la simplicidad de la salvación. 33 Por eso, su eficacia está garantizada.
L80.6 34 Hoy, convenzámonos a menudo que nuestros problemas han sido resueltos. 35 Repite la idea con absoluta convicción tan a menudo como sea posible. 36 Y en particular, asegúrate de aplicar la idea de hoy a cualquier problema concreto que pueda surgir. 37 En ese caso, di de inmediato:
L80.7 38 Reconoceré que este problema ha sido resuelto.
L80.8 39 Propongámonos no acumular resentimientos hoy. 40 Propongámonos estar libres de problemas que no existen. 41 Para lograr esto, sólo se requiere una sencilla sinceridad. 42 No te engañes con respecto a cuál es el problema, y entonces reconocerás que ya ha sido resuelto.