Lección 72 de Un Curso sobre Milagros

08/03/2019 10 min
Lección 72 de Un Curso sobre Milagros

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Síntesis del Episodio

L E C C I Ó N 72
L72 Guardar resentimientos constituye un ataque
contra el plan de Dios para la salvación.
L72.1 1 Aunque hemos reconocido que el plan del ego para la salvación se opone al de Dios, aún no hemos enfatizado que también constituye un ataque directo contra Su plan, con el intento deliberado de destruirlo. 2 En este ataque, se adjudican a Dios los atributos que de hecho corresponden al
ego, mientras que el ego parece asumir Los de Dios.
L72.2 3 El deseo fundamental del ego es reemplazar a Dios. 4 De hecho, el ego es la encarnación física de ese deseo. 5 Pues este deseo es lo que parece encerrar a la mente en un cuerpo, manteniéndola separada, solitaria, e incapaz de comunicarse con otras mentes, excepto por medio del mismo cuerpo que fue hecho para aprisionarla. 6 Poner límites a la comunicación
no es la mejor manera de expandirla. 7 No obstante, el ego quiere hacerte creer que sí lo es.
L72.3 8 Aunque aquí es obvio el intento de mantener las limitaciones que un cuerpo impone, tal vez no sea tan evidente por qué guardar resentimientos constituye un ataque contra el plan de Dios para la salvación. 9 Examinemos, pues, cuáles son las cosas contra las que tienes tendencia a guardar resentimientos. 10 ¿Acaso no se asocian siempre con algo que
hace un cuerpo?: 11 Una persona dice algo que no nos gusta; 12 o hace algo que nos desagrada; o "delata" sus pensamientos hostiles con su comportamiento.
L72.4 13 No estamos tratando aquí con lo que la persona realmente es. 14 Por el contrario, estás exclusivamente interesado por lo que hace metida en un cuerpo. 15 Y no sólo no la estamos ayudando a liberarse de las limitaciones
de su cuerpo, 16 sino que estamos tratando activamente de atarla a él, al confundir éste con ella, y de juzgar que son una sola cosa. 17 De este modo, se ataca a Dios, pues si Su Hijo sólo es un cuerpo, eso es lo que Él también tiene necesariamente que ser. 18 Pues que un creador sea totalmente distinto a su creación es inconcebible.
L72.5 19 Si Dios es un cuerpo, ¿cuál debería ser Su plan para la salvación? 20 ¿Qué otra cosa podría ser sino la muerte? 21 Y al tratar de presentarse a Sí Mismo como el Autor de la Vida y no de la muerte, resultaría ser un mentiroso y un impostor, lleno de falsas promesas, que ofrece ilusiones en vez de la Verdad.
L72.6 22 La aparente realidad del cuerpo hace que esta perspectiva de Dios sea bastante convincente. 23 De hecho, si el cuerpo fuese real, sería ciertamente difícil no llegar a esta conclusión. 24 Y cada resentimiento que guardas, insiste en que el cuerpo es real, porque: 25 Pasa por alto completamente lo que tu hermano realmente es; 26 refuerza tu creencia de que él es un cuerpo, condenándolo además por ello; 27 y, porque afirma que la salvación de tu hermano tiene que ser la muerte, proyectando este ataque sobre Dios, y haciéndole responsable de ello.
L72.7 28 En esta pista de circo cuidadosamente preparada, donde animales feroces acechan a sus presas y no permiten clemencia, el ego viene a salvarte. 29 Dios te hizo un cuerpo. 30 Muy bien. 31 Aceptemos esto y alegrémonos. 32 En cuanto que cuerpo, no te prives de nada de lo que el cuerpo ofrece. 33 Apodérate de lo poco que puedas. 34 Dios no te dio nada. 35 El cuerpo es tu único salvador, 36 porque constituye la muerte de Dios y es tu salvación.
L72.8 37 Ésta es la creencia universal del mundo que ves. 38 Hay quienes odian al cuerpo y tratan de lastimarlo y humillarlo. 39 Otros, lo veneran y tratan de glorificarlo y exaltarlo. 40 Pero mientras siga siendo el centro del concepto que tienes de ti mismo, estarás atacando el plan de Dios para la salvación y guardando tus resentimientos contra Él y contra Su creación, a fin de no oír la Voz de la Verdad y acogerla como una Amiga. 41 El cuerpo que has escogido como salvador ocupa el lugar de Ella. 42 Él es tu amigo; Dios, tu enemigo.
L72.9 43 Hoy trataremos de poner fin a estos absurdos ataques contra la salvación 44 y, en su lugar, trataremos de darle la bienvenida. 45 Tu percepción invertida ha sido la ruina de tu paz. 46 Te has estado viendo a ti mismo metido en un cuerpo y a la Verdad fuera de ti, presa lejos de tu concienciación por las limitaciones del cuerpo. 47 Ahora, vamos a tratar de ver esto de otra manera.
L72.10 48 La luz de la Verdad está en nosotros, allí donde Dios la puso. 49 Es el cuerpo el que está fuera de nosotros, y no nos interesa. 50 No tener cuerpo es estar en nuestro Estado natural. 51 Reconocer la luz de la Verdad en nosotros es reconocernos a nosotros mismos tal como realmente
somos. 52 Ver a nuestro Yo separado del cuerpo, es poner fin al ataque contra el plan de Dios para la salvación y, en lugar de ello, aceptarlo. 53 Y dondequiera que Su plan sea aceptado, se habrá cumplido.
L72.11 54 Nuestra meta para las prácticas más largas de hoy, es concienciar que el plan de Dios para la salvación ya se ha realizado en nosotros. 55 Para lograr esta meta, tenemos que reemplazar el ataque por la aceptación. 56 Porque, mientras lo sigamos atacando, no podremos entender cuál

L72.12
es el plan de Dios para nosotros. 57 Por consiguiente, estaremos atacando lo
que no reconocemos. 58 Ahora, vamos a tratar de suspender todo juicio y
preguntar a Dios cuál es Su plan para nosotros:
L72.12 59 Padre, ¿Qué es la salvación?
60 No lo sé.
61 Dímelo, para que pueda comprender.
L72.13 62 Luego, esperaremos Su respuesta en la quietud.
L72.14 63 Hemos atacado el plan de Dios para la salvación sin detenernos antes a escuchar en qué consistía. 64 Hemos gritado nuestros resentimientos con tal intensidad que no hemos escuchado la Voz que habla por Él. 65 Hemos
utilizado nuestros resentimientos para cubrirnos los ojos y taparnos los oídos. 66 Ahora queremos ver, oír y aprender. 67 "Padre, ¿Qué es la salvación?" 68 Pregunta y se te contestará. 69 Busca y encontrarás.
L72.15 70 Ya no le estamos preguntando al ego qué es la salvación ni dónde encontrarla. 71 Ahora se lo estamos preguntando a la Verdad. 72 Por eso, ten por seguro que la Respuesta será verdadera, en virtud de Aquél a Quien se
Lo estás preguntando. 73 Cada vez que sientas que tu confianza flaquea y que tu esperanza de triunfo titubea y se extingue, repite tu pregunta y tu petición, recordando que se las estás dirigiendo al infinito Creador del Infinito, Quien Te creó a Su Semejanza:
L72.16 74 Padre, ¿Qué es la salvación?
75 No lo sé.
76 Dímelo, para que pueda comprender.
L72.17 77 Él te va a contestar. 78 Decídete a escuchar.
L72.18 79 Hoy sólo serán necesarias una o quizás dos prácticas cortas por hora, por ser un poco más largas que de costumbre. 80 Estos ejercicios deben comenzar con lo siguiente:
L72.19 81 Guardar resentimientos constituye un
ataque contra el plan de Dios para la salvación.
82 Lo aceptaré en vez de atacarlo.
83 Padre, ¿Qué es la salvación?
L72.20 84 Luego espera en silencio más o menos un minuto, preferiblemente con los ojos cerrados, y escucha Su respuesta.