Escuchar "Lección 191 de Un Curso sobre Milagros"
Síntesis del Episodio
L E C C I Ó N 191
L191 Soy verdaderamente el santo Hijo de Dios.
L191.1 1 He aquí la declaración de tu liberación de las cadenas del mundo. 2 Y he aquí, asimismo, la liberación del mundo entero. 3 No te das cuenta de lo que has hecho al asignar al mundo el papel de carcelero del Hijo de Dios. 4 ¿Qué más podría ser, entonces, que un mundo depravado y miedoso, temeroso de las sombras, castigador y salvaje, desprovisto de razón, ciego y enajenado por el odio?
L191.2 5 ¿Qué has hecho para que éste sea tu mundo? 6 ¿Qué has hecho para que esto sea lo que ves? 7 Niega tu propia Identidad y ése será el resultado. 8 Observa el caos y proclamarás que eso es lo que eres. 9 No hay nada que veas que no dé testimonio de ello. 10 No hay sonido que no te hable de tu debilidad interna y externa, ni aliento que respires que no parezca acercarte más a la muerte, ni esperanza que alientes que no termine más que en llantos.
L191.3 11 Niega tu propia Identidad y no podrás escaparte de la locura que provocó este extraño, antinatural y fantasmal pensamiento que se burla de la Creación y se ríe de Dios. 12 Niega tu propia Identidad y te seguirás enfrentando al universo solo, sin un amigo, como una diminuta partícula de polvo contra las legiones de tus enemigos. 13 Niega tu propia Identidad, y contemplarás la maldad, el pecado y la muerte; verás la desesperanza arrebatarte de las manos todo vestigio de esperanza, dejándote sólo el deseo de morir.
L191.4 14 No obstante, ¿qué otra cosa puede ser esto sino un juego que estás jugando, en el cual se puede negar la Identidad? 15 Realmente, eres Tal como Dios Te creó. 16 Todo lo que se pueda creer excepto esta única cosa es insensatez. 17 Con este solo pensamiento todos se liberan. 18 Con esta so-la Verdad desaparecen todas las ilusiones. 19 Con este solo Hecho se proclama que la Impecabilidad es eternamente Parte integral de Todo, el Núcleo central de Su Existencia, y la garantía de Su Inmortalidad.
L191.5 20 Pero si permites que la idea de hoy encuentre un lugar entre tus pensamientos te habrás elevado muy por encima del mundo, así como por encima de todos los pensamientos terrenales que lo mantienen prisionero. 21 Y desde este lugar de seguridad y escape, retornarás a él y lo liberarás. 22 Pues aquel que puede aceptar Su verdadera Identidad, se salva de verdad. 23 Y su salvación es el presente que hace a todos, como muestra de gratitud hacia Él por haberle indicado el camino a la felicidad que cambió toda su perspectiva del mundo.
L191.6 24 Basta con éste solo pensamiento santo y serás libre: tú eres realmente el santo Hijo de Dios. 25 Y con este santo pensamiento también te darás cuenta de que has liberado al mundo. 26 No tienes necesidad de usar al mundo en forma cruel para luego percibir que esa misma necesidad salvaje se encuentra en él. 27 Con éste solo pensamiento liberarás al mundo de tu aprisionamiento 28 y no verás una imagen devastadora de ti mismo vagando aterrorizada por el mundo mientras éste se retuerce en agonía, porque tus temores han dejado impreso en su corazón el sello de la muerte.
L191.7 29 Alégrate hoy de lo muy fácil que es deshacer el infierno. 30 No necesitas más que decirte a ti mismo lo siguiente:
L191.8 31 Soy verdaderamente el santo Hijo de Dios. 32 No puedo sufrir ni sentir dolor; no puedo sufrir pérdidas ni tampoco dejar de hacer todo lo que la salvación me pida.
L191.9 33 Y con ese pensamiento, todo lo que mires habrá cambiado por completo.
L191.10 34 Un milagro ha iluminado todas las lúgubres y viejas cavernas en las que los ritos de la muerte reverberaban desde los orígenes del tiempo. 35 Pues el tiempo perdió su dominio sobre el mundo. 36 El Hijo de Dios ha venido lleno de gloria a redimir a los que estaban perdidos, a salvar a los desamparados y a darle al mundo el presente de su perdón. 37 ¿Quién podrá ver el mundo como un lugar siniestro y pecaminoso cuando final-mente el Hijo de Dios ha venido para liberarlo?
L191.11 38 Tú que te percibes a ti mismo como débil y frágil, lleno de vanas esperanzas y de anhelos frustrados, nacido para morir, llorar y padecer, escucha esto: se te ha dado todo poder en la tierra y en el Cielo. 39 No hay nada que no puedas hacer. 40 Estás jugando al juego de la muerte, a estar
desamparado, a estar lamentablemente encadenado a la disolución, en un mundo que no tiene compasión contigo. 41 Sin embargo, cuando tengas compasión de él, la suya brillará sobre ti.
L191.12 42 Así que deja que el Hijo de Dios despierte de su sueño y que al abrir sus santos ojos, vuelva a regresar para bendecir el mundo del que fue hacedor. 43 El mundo empezó por un error, pero acabará en el reflejo de la Santidad del Hijo de Dios. 44 Y éste dejará de dormir y de soñar con la muerte. 45 Así pues, únete hoy a mí. 46 Tu Gloria es la luz que salva al
mundo. 47 No sigas negándote a aportarle la salvación. 48 Observa el mundo que te rodea y fíjate cómo sufre. 49 ¿Es que tu corazón no está dispuesto a llevar el descanso a tus fatigados hermanos?
L191.13 50 Ellos tienen que esperar tu propia liberación, 51 pues seguirán encadenados hasta que tú seas libre. 52 No podrán ver la compasión del mundo hasta que tú la encuentres en ti mismo. 53 Seguirán sufriendo dolor hasta
que le hayas negado su dominio sobre ti. 54 Seguirán muriéndose hasta que aceptes tu propia Vida eterna. 55 Tú eres realmente el santo Hijo de Dios Mismo. 56 Recuerda esto y el mundo entero se liberará. 57 Recuerda esto y la tierra y el Cielo serán Uno.
L191 Soy verdaderamente el santo Hijo de Dios.
L191.1 1 He aquí la declaración de tu liberación de las cadenas del mundo. 2 Y he aquí, asimismo, la liberación del mundo entero. 3 No te das cuenta de lo que has hecho al asignar al mundo el papel de carcelero del Hijo de Dios. 4 ¿Qué más podría ser, entonces, que un mundo depravado y miedoso, temeroso de las sombras, castigador y salvaje, desprovisto de razón, ciego y enajenado por el odio?
L191.2 5 ¿Qué has hecho para que éste sea tu mundo? 6 ¿Qué has hecho para que esto sea lo que ves? 7 Niega tu propia Identidad y ése será el resultado. 8 Observa el caos y proclamarás que eso es lo que eres. 9 No hay nada que veas que no dé testimonio de ello. 10 No hay sonido que no te hable de tu debilidad interna y externa, ni aliento que respires que no parezca acercarte más a la muerte, ni esperanza que alientes que no termine más que en llantos.
L191.3 11 Niega tu propia Identidad y no podrás escaparte de la locura que provocó este extraño, antinatural y fantasmal pensamiento que se burla de la Creación y se ríe de Dios. 12 Niega tu propia Identidad y te seguirás enfrentando al universo solo, sin un amigo, como una diminuta partícula de polvo contra las legiones de tus enemigos. 13 Niega tu propia Identidad, y contemplarás la maldad, el pecado y la muerte; verás la desesperanza arrebatarte de las manos todo vestigio de esperanza, dejándote sólo el deseo de morir.
L191.4 14 No obstante, ¿qué otra cosa puede ser esto sino un juego que estás jugando, en el cual se puede negar la Identidad? 15 Realmente, eres Tal como Dios Te creó. 16 Todo lo que se pueda creer excepto esta única cosa es insensatez. 17 Con este solo pensamiento todos se liberan. 18 Con esta so-la Verdad desaparecen todas las ilusiones. 19 Con este solo Hecho se proclama que la Impecabilidad es eternamente Parte integral de Todo, el Núcleo central de Su Existencia, y la garantía de Su Inmortalidad.
L191.5 20 Pero si permites que la idea de hoy encuentre un lugar entre tus pensamientos te habrás elevado muy por encima del mundo, así como por encima de todos los pensamientos terrenales que lo mantienen prisionero. 21 Y desde este lugar de seguridad y escape, retornarás a él y lo liberarás. 22 Pues aquel que puede aceptar Su verdadera Identidad, se salva de verdad. 23 Y su salvación es el presente que hace a todos, como muestra de gratitud hacia Él por haberle indicado el camino a la felicidad que cambió toda su perspectiva del mundo.
L191.6 24 Basta con éste solo pensamiento santo y serás libre: tú eres realmente el santo Hijo de Dios. 25 Y con este santo pensamiento también te darás cuenta de que has liberado al mundo. 26 No tienes necesidad de usar al mundo en forma cruel para luego percibir que esa misma necesidad salvaje se encuentra en él. 27 Con éste solo pensamiento liberarás al mundo de tu aprisionamiento 28 y no verás una imagen devastadora de ti mismo vagando aterrorizada por el mundo mientras éste se retuerce en agonía, porque tus temores han dejado impreso en su corazón el sello de la muerte.
L191.7 29 Alégrate hoy de lo muy fácil que es deshacer el infierno. 30 No necesitas más que decirte a ti mismo lo siguiente:
L191.8 31 Soy verdaderamente el santo Hijo de Dios. 32 No puedo sufrir ni sentir dolor; no puedo sufrir pérdidas ni tampoco dejar de hacer todo lo que la salvación me pida.
L191.9 33 Y con ese pensamiento, todo lo que mires habrá cambiado por completo.
L191.10 34 Un milagro ha iluminado todas las lúgubres y viejas cavernas en las que los ritos de la muerte reverberaban desde los orígenes del tiempo. 35 Pues el tiempo perdió su dominio sobre el mundo. 36 El Hijo de Dios ha venido lleno de gloria a redimir a los que estaban perdidos, a salvar a los desamparados y a darle al mundo el presente de su perdón. 37 ¿Quién podrá ver el mundo como un lugar siniestro y pecaminoso cuando final-mente el Hijo de Dios ha venido para liberarlo?
L191.11 38 Tú que te percibes a ti mismo como débil y frágil, lleno de vanas esperanzas y de anhelos frustrados, nacido para morir, llorar y padecer, escucha esto: se te ha dado todo poder en la tierra y en el Cielo. 39 No hay nada que no puedas hacer. 40 Estás jugando al juego de la muerte, a estar
desamparado, a estar lamentablemente encadenado a la disolución, en un mundo que no tiene compasión contigo. 41 Sin embargo, cuando tengas compasión de él, la suya brillará sobre ti.
L191.12 42 Así que deja que el Hijo de Dios despierte de su sueño y que al abrir sus santos ojos, vuelva a regresar para bendecir el mundo del que fue hacedor. 43 El mundo empezó por un error, pero acabará en el reflejo de la Santidad del Hijo de Dios. 44 Y éste dejará de dormir y de soñar con la muerte. 45 Así pues, únete hoy a mí. 46 Tu Gloria es la luz que salva al
mundo. 47 No sigas negándote a aportarle la salvación. 48 Observa el mundo que te rodea y fíjate cómo sufre. 49 ¿Es que tu corazón no está dispuesto a llevar el descanso a tus fatigados hermanos?
L191.13 50 Ellos tienen que esperar tu propia liberación, 51 pues seguirán encadenados hasta que tú seas libre. 52 No podrán ver la compasión del mundo hasta que tú la encuentres en ti mismo. 53 Seguirán sufriendo dolor hasta
que le hayas negado su dominio sobre ti. 54 Seguirán muriéndose hasta que aceptes tu propia Vida eterna. 55 Tú eres realmente el santo Hijo de Dios Mismo. 56 Recuerda esto y el mundo entero se liberará. 57 Recuerda esto y la tierra y el Cielo serán Uno.
Más episodios del podcast Lecciones de Un Curso Sobre Milagros
Lección 204 de Un Curso sobre Milagros
18/07/2019
Lección 203 de Un Curso Sobre Milagros
17/07/2019
Lección 202 de Un Curso Sobre Milagros
16/07/2019
Lección 201 de Un Curso sobre Milagros
15/07/2019
Lección 200 de Un Curso sobre Milagros
14/07/2019
Lección 199 de Un Curso Sobre Milagros
14/07/2019
Lección 198 de Un Curso Sobre Milagros
13/07/2019
Lección 197 de Un Curso Sobre Milagros
12/07/2019
Lección 196 de Un Curso sobre Milagros
10/07/2019