Nos hemos desacostumbrado a pensar, sin una cierta distancia, sin una cierta desimplicación la actitud teórica es imposible. La vida actual no invita a pensar.

La semana pasada leía una entrevista de Peter Sloterdijk en la que decía estas sabias palabras de las que estoy totalmente de acuerdo.

Considero que nos hemos embotado en un sistema conformista y basado en una zona segura en la que pensar no se considera valido ni necesario.

Esto en gran parte se debe a que para poder pensar en la vida actual que llevamos necesitamos apartarnos de todo, desenfocar la realidad que vivimos y enfocarnos en nuestros pensamientos que actualmente viven ahogados en una placentera angustia de conformismo.

A veces incluso veo que solo nos interesa pensar, evaluar y crecer cuando nos va mal y la vida nos obliga a ello, pero que mientras estemos en modo conformista no será necesario hacerlo.

Yo os invito a alejaros de las voces y las distracciones, a desconectar pero de verdad y a realizar una introspección para pensar como lo hacíamos antes.

Para Edmund Husserl y su fenomenología había que salir del tiempo impetuoso de la vida, el dispositivo más elemental era siempre dar un paso atrás. Ese acto te permite convertirte en observador.

Así que por probar como siempre se dice, no perdemos nada, echemos un paso atrás y volvamos al inicio para volver a pensar, para volver a crear, para seguir creciendo.

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