Camino por la ruta de la juventud a través de la tierra que nos vio crecer: nuestra casa, nuestra verdad. Ven conmigo, guíame, quédate a mi lado y podré ser libre, libre.
Vaguemos por este lugar grande y familiar, por nuestro patio, verde en el recreo, marco de nuestro pasado; eramos vagabundos nunca perdidos siempre en casa. Cuando no había barreras, cuando el tiempo era interminable, nuestros caminos eran siempre los mismos. Calma mis demonios y camina conmigo, hermano mio, hasta que nuestros caminos nos lleven lejos al uno del otro y si tu corazón esta lleno de dolor sigue caminando, no te rindas y prométeme de pecho a corazón que nunca dejarás a tus recuerdos morir ¡nunca!. Siempre voy a estar vivo a tu lado, en tu mente, soy libre.

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