Episodio 14 – Edificar nuestro ministerio: ministrar el Espíritu de Dios

30/06/2020 21 min
Episodio 14 – Edificar nuestro ministerio: ministrar el Espíritu de Dios

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Síntesis del Episodio

Luego de responder al llamado de edificar una casa espiritual y de desarrollar un cuerpo con relaciones comprometidas estamos trabajando sobre nuestro ministerio. No alcanza con un cuerpo ordenado y lleno, además debemos movilizarlo para que crezca en amor y de abundante fruto.

El ministerio del Espíritu complementa y pone equilibrio al ministerio de la Palabra.

2 Corintios 3:6 El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.

A pesar de su origen divino la iglesia no deja de ser una organización humana con todas las limitaciones propias de lo humano: conflictos personales, conflictos de comunicación, errores de comunicación, errores de interpretación, etc.

Cuando los ministros dejan de ser dirigidos por el Espíritu se transforma en odres viejos. La religión, el institucionalismo, las tradiciones es en lo que cae cuando una organización deja de ser gobernada por el Espíritu. El organismo queda sumido en una mera organización
Odres nuevos

Una organización neumática (que da lugar al Espíritu)
Debe haber espacio para que la Palabra opere por medio de ministerios, con la madurez de hombres tratado por Dios con el carácter de Cristo. Pero también debe haber un espacio para que el Espíritu pueda obrar soberanamente por medio de sus dones dados conforme a su generosidad y no conforme a la calidad de los vasos que lo reciben.

Una organización flexible
Siempre hará falta organización, el problema es cuando la organización se transforma en una estructura rígida. Terminamos sirviendo a la estructura misma. La organización se vuelve negativa cuando no está dispuesta a los cambios. Tienen que existir espacios en los cuáles el Espíritu pueda irrumpir y transformar todo, escogiendo a los vasos más frágiles aun avergonzando a aquellos que tienen más conocimiento y más reconocimiento.

Una organización eficiente
En donde la Palabra y el Espíritu fluya y gobierne. En la que haya autoridad, sujeción y una adecuada dependencia mutua pero no como un fin en sí mismo, sino que tiene que producir los resultados esperados. Por eso debe haber una continua evaluación y disposición al cambio.

Vino nuevo

El vino de ayer se vuelve añejo, como el maná que era nuevo cada día.
Es necesaria una renovación continua de nuestra comunión con el Espíritu.
El apóstol Pablo nos da una orden de ser llenos continuamente del Espíritu.
La Palabra produce un crecimiento progresivo, lo que aprendí ayer es la base para lo que voy a aprender mañana.
El Espíritu requiere un crecimiento continuo, lo de ayer no me sirve para hoy.
Es necesario andar en novedad de vida.

Efesios 5:18-20 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Romanos 6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
La tarea del Espíritu es ordenar y llenar

Después de la caída de los ángeles la tierra quedó desordenada y vacía (Génesis 1:2). Y el Espíritu se movía (aleteaba dice la versión BLA) sobre la superficie de las aguas.

La primera acción de Dios con lo creado fue ordenar y llenar. Ese ordenar implicar separar para luego unir. Dios ordenó separando, diferenciando una cosa de otra.

Génesis 1:4, 7, 17-18 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. [...] E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. [...] Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.

Dios separa lo diferente para luego unir y así, complementar

Efesios 1:10 De reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.

Pero Dios se propuso no solo ordenar. Ordenar es un paso luego hay que llenar. Por eso en la creación primero viene el orden y luego Dios llena lo ordenado con su creación.

Lo mismo con el cuerpo de Cristo, primero se ordena, pero luego el Espíritu lo llena. De nada sirve sólo un cuerpo ordenado. Se ordena para recibir y contener el Espíritu. El Espíritu tiene que llenar el cuerpo y fluir hacia los demás que están muertos y en tinieblas.
La tarea del Espíritu es dar dones a los hombres

El Espíritu provee capacidades sobrenaturales a los creyentes para la edificación del Cuerpo. Estos dones son regalos que el Espíritu da y no depende de la madurez espiritual de quien los recibe. Dios interviene soberanamente para manifestar su gloria conforme a una necesidad específica. A cada miembro le es dada una particular manifestación del Espíritu para edificación:

1 Corintios 12:7-8 Hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.

Los dones son innumerables conforme a la multiforme sabiduría que tenemos en Dios, en las Escrituras tenemos dos listados:

 Dones espirituales para la edificación de la iglesia. 1 Corintios 12:4-11,28-30

 Dones para la vida cotidiana. Romanos 12:3-8

Dones de revelación

Palabras de sabiduría
El Espíritu Santo interviene soberanamente resolviendo en forma práctica determinadas situaciones problemáticas.

Palabra de ciencia
El Espíritu da un conocimiento sobrenatural acerca de cosas y circunstancias que nosotros no podríamos conocer por nosotros mismos.

Discernimiento de espíritus
Una acción sobrenatural del Espíritu por la que podemos determinar el origen de una acción, una opinión, reconociendo si vienen o no de Dios.

Dones de poder

De fe
El Espíritu opera ministrándonos una convicción sobrenatural sobre un hecho concreto. Hebreos 11:1. Es diferente a la fe como fruto del Espíritu de Gálatas 5, donde interviene la madurez del vaso que contiene esa fe que surge de la comunión íntima con Dios.

De sanidades
Uno de los dones prometidos como consecuencia de Pentecostés. Marcos 16:18. Este don ocupa un lugar muy importante en la evangelización. Hechos 8:6-7, 28:8-10

De milagros
El Espíritu interviene en situaciones imposibles poniendo en acción leyes sobrenaturales.

Dones de Palabra

Diversos géneros de lenguas
Hay diversos géneros. Pablo quiere que todos hablemos en lenguas angélicas porque nos edificamos a nosotros mismos, el Espíritu intercede por nosotros con gemidos indecibles. Es un don de ejercicio individual, en la iglesia tenemos que hablar en lenguas con interpretación y en orden, de a uno por vez. 1 Corintios 14:1-40, Romanos 8: 28-29

Interpretación de lenguas
Permite que el mensaje dado en lenguas sea comprendido por toda la congregación.

Profecía, Enseñanza, Exhortación
Es una palabra circunstancial que el Espíritu inspira para edificar a la iglesia, puede tener el tono de consolación, exhortación, amonestación, o alguna enseñanza.

Dones de servicio

El que reparte (Administración)
El que preside
El que hace misericordia

Nuestro ministerio: activar el cuerpo, crecer en amor

El ministerio de la Palabra es verdadera comida.
El ministerio del Espíritu es verdadera bebida
Así se nutre el cuerpo y crece y alcanza la plenitud.

De nada sirve un cuerpo sano y maduro si no se mueve. El desafío ahora movilizarlo. El propósito de activar el cuerpo de Cristo es que al seguir la verdad en amor todo el cuerpo crezca hasta alcanzar la plenitud de Cristo (Efesios 4:13-15).

El amor y no lo dones es el parámetro para medir el crecimiento del Cuerpo. Los dones son un parámetro provisorio, pero cuando todo desaparezca, el amor es lo único que permanece (1 Corintios 13:13).

La herramienta de la unidad es el amor, siempre que esté dispuesto a perder, a ceder, a honrar siempre que haya misericordia, humildad y paciencia esta unidad será posible.

Colosenses 3:10-15 Y revestido del nuevo (hombre)... donde no hay (divisiones) sino que Cristo es el todo, y en todos, vístanse de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia, soportándose unos a otros, perdonándose unos a otros si alguno tuviera queja contra otro. De la manera que Cristo les perdonó, así también háganlo Uds. Y sobre todas estas cosas vístanse de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en sus corazones, a la que asimismo (la paz) fuiste llamados en un solo cuerpo, y sean agradecidos.

Un nuevo mandamiento les doy

Es el mismo mandamiento de siempre, lo “nuevo” del mandamiento es amar como Él nos amó.

Al hombre natural le es imposible amar como Cristo nos amó, necesita una transformación interior que sólo Cristo puede hacer. Él nos ordena, nos enseña y es quien ama en nosotros, porque ha derramado el amor de Dios en nuestros corazones. (Romanos 5:5).

Juan 13:35 En esto conocerán que son mis discípulos, si tuviesen amor los unos con los otros.

Romanos 13:8-10 El que ama ha cumplido la ley.

1 Juan 2:9-11 El que no ama a su hermano permanece en tinieblas.

Filipenses 1:9 El amor debe desarrollarse y abundar aún más y más en ciencia y conocimiento.

El amor brota de la cruz. Al hombre natural le es imposible amar como Cristo amó. El amor brota de la llenura del Espíritu, hay que estar muy lleno de la presencia de Dios para poner la otra mejilla y para caminar otra milla con quienes no lo merecen.

De miembros a hermanos de Cristo: lo eterno

Al ir creciendo el amor, lo funcional da lugar a lo eterno. De miembros y coyunturas pasamos a ser hermanos, familia de Dios que son las relaciones de la eternidad.
Ya no somos hermanos por la fe sino en la realidad del amor.

Salmo 133:1,3 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!.. Porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna.

El Señor quiere ver a sus hijos habitar en armonía, por eso la bendición y la vida eterna para que experimentemos esa transformación que necesitamos.

En los primeros días de la iglesia alcanzaron un nivel altísimo de esa unidad que nos sirve de modelo, hoy.

Hechos 2:42-47 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

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