En esta segunda parte del mensaje el Señor nos habló sobre la diferencia entre una persona influenciable y alguien influyente, tomando como ilustración la navegación de un barco. Un barco está sujeto a tres influencias: el timón; las corrientes; y los vientos.
INFLUENCIABLE:
No tiene dominio del timón; es llevado por las corrientes y por los vientos.
INFLUYENTE:
Le ha dado el timón a Jesús; es llevado por el viento del Espíritu; y está influido por las corrientes de agua viva.

Además, volvimos a ser concienciados en forma práctica sobre el cuidado de nuestras propias vidas y de la nueva generación de jóvenes y adolescentes pues, admitámoslo, todos estamos expuestos a influencias y podemos ser afectados. De manera que en esta GUERRA DE INFLUENCIAS la más poderosa de las influencias debe ser la de Dios.

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