*UN CAMINO PARA LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS*
(Resumen)

Hay batallas contadas muy por encima. Esta, en cambio, con todo lujo de detalles ¿por qué? Hay mucho para aprender: lo que sucedió es algo muy grande. Dios nos está diciendo: mirad lo que pasó aquí; aprended de ello.

*1º ¿SOLOS O EN EL CUERPO?*
De igual modo, que no te encuentren solo o sola cuando llegan los problemas y los enemigos. Debes rodearte de ayudas y saber pertenecer a algo más grande y que te haga más fuerte. Recurre al cuerpo. Haz búsqueda de cuerpo…
2 Crónicas 20:4 y 13

*2º BÚSQUEDA Y AYUNO*
Debemos disponernos para buscar al Señor, y buscarlo según la intensidad del problema. Un gran problema: un gran ayuno:
2 Crónicas 20:3

*3º RECONOCE Y MIRA*
Reconoce que no tienes la fuerza o capacidad para enfrentar ese problema y, a la vez, confiesa y recuerda que Dios tiene toda la fuerza y poder y sabiduría para darnos la victoria: así llevo mis ojos de mi debilidad a su omnipotencia.
2 Crónicas 20:6-7,12

*4º APELA Y JUSTICIA*
Presenta tu causa ante Dios, como el que acude al juez, al rey y al poderoso para que haga justicia: 2 Crónicas 20:10-12

*5º ESCUCHA Y ATIENDE*
Escucha al Espíritu y dale tú atención. Te hablará directo a tu corazón o a través de alguien.
2 Crónicas 20:14-15

*6º CONFÍA Y DESCANSA*
Una vez que le has transferido el problema ya no es tuyo, sino de Él y se va a encargar de obrar. Confía y descansa.
2 Crónicas 20:15,17

*7º MADRUGA Y ENFRENTA*
Madruga y enfrenta el problema. A veces, con solo dar la cara y ser diligentes empiezan a cambiar las cosas. Saca la cabeza de tierra (cual avestruz) y mira de frente a ese desierto.
De montaña a grano; de desierto de dificultad a valle de bendición.
2 Crónicas 20:20 y 24-27

*8º ALABA Y DA GRACIAS*
Bendice, alaba y da gracias antes de la victoria y lo harás también después. No te olvides de dar las gracias por su ayuda y salvación.

2 Crónicas 20:21-22,27-28

*Dos cosas más*:

-¿Cómo vamos a tener un testimonio que contar si no pasamos por pruebas?
2 Crónicas 20:29

-Preserva tu paz y tranquilidad -A menudo La Paz y tranquilidad que Dios nos da y que ha costado tanto conseguir somos nosotros mismos los que la perturbamos a través de malas decisiones. En el caso de Josafat, por ejemplo, con malas alianzas. Una cosa es tener problemas y otra, buscarlos.
2 Crónicas 20:30,35-37.

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