El hermano mayor

16/10/2023 1h 2min
El hermano mayor

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Síntesis del Episodio

El hermano mayor
Recordamos el amor de Jesús como nuestro Hermano Mayor y el Señor nos encomienda el ser buenos hermanos unos para otros.
HEBREOS 2:11,17
Hebreos 2:11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12 diciendo:
Anunciaré a mis hermanos tu nombre,
En medio de la congregación te alabaré.
Hebreos 2:17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.

Jesús, el hermano mayor
Hebreos 12:24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

El espíritu de hermano mayor
El de Jesús

Atalaya

Los malos hermanos mayores
Yo no fui un buen hermano mayor de pequeños

Malos hermanos
CAÍN
Los HERMANOS de JOSÉ
SAÚL
ISAMEL
JUDAS
DAVID PARA URÍAS


Buenos hermanos
JOSÉ
JONATÁN
PEDRO Y ANDRÉS
JESÚS PARA SANTIAGO

Los dos hermanos y uno fue el puente

LO QUE NUESTRO HERMANO MAYOR HIZO POR NOSOTROS

Isaías 53:1-8
TRES ACCIONES DEL AMOR DE DIOS:

1- Se ha manifestado:

En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él . En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados .
1 Juan 4:9-10

“Ahora sé que me temes”, dijo Dios a Abraham. Fue una prueba de amor.

2- Se ha demostrado:

Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos . Porque a duras penas habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por el bueno. Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros . Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de Él . Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida .
Romanos 5:6-10

3- Se ha derramado:

y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado .
Romanos 5:5

TRES ACCIONES FRENTE AL AMOR DE DIOS:

1- Míralo:
Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios ; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él .
1 Juan 3:1

2- Conócelo:
En esto conocemos el amor: en que Él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos .
1 Juan 3:16

3- Creélo (recíbelo):

Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él.
1 Juan 4:16

¡GRATITUD y AMOR ES EL FRUTO!

ES UN AMOR QUE TRANSFORMA
Anécdota: ¿Por qué ese joven se destacaba en todo?

Un doble nacimiento
Nacidos del amor (engendrados, sanados, transformados y dados a luz de las entrañas de la misericordia de Dios)

LA MUERTE FÍSICA DE JESÚS:

Tiempos atrás, leí un artículo científico sobre la muerte de Jesús, publicado en 1986 en una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo - el JAMA, The Journal of the American Medical Association.

El artículo está titulado ′′ On the Physical Death of Jesus Christ ′′ (Sobre la muerte física de Jesucristo).

En él los autores demuestran que el proceso de azotamiento romano era terriblemente cruel. Se describen detalles técnicos, que junto con la narrativa bíblica, proporcionan un panorama completo de todo este proceso, desde el juicio hasta la muerte en la cruz.

Antes del juicio, se narra en Lucas 22 que Jesús estaba en profunda angustia y sudaba sangre. Aunque es un fenómeno raro, los médicos reconocen esta característica como hematidrosis, que puede ocurrir debido a altos niveles de estrés.

Después de ser juzgado, Jesús fue azotado violentamente con un látigo de cuero, con pequeñas bolas de hierro en las puntas y huesos puntiagudos. Las bolas de hierro causaban lesiones internas y los huesos destrozaban la carne, exponiendo la musculatura esquelética y causando gran pérdida de sangre, lo que probablemente lo dejó en un estado de prechoque.
Después de severa flagelación, Jesús fue burlado, escupido y obligado a cargar su propia cruz hasta el Gólgota.

Durante la crucifixión, el acusado era tirado sobre la cruz en el suelo, y clavado con clavos de hasta 18 cm de largo en las muñecas y los pies.
La crucifixión era un proceso que producía intenso dolor y causaba una muerte lenta y sofocante.

Respirar era algo extremadamente doloroso. A cada respiración, Jesús tenía que elevar la espalda en carne viva, arrastrándola en la madera y apoyando todo el peso en los pies, que estaban clavados. Algo que aumentaba la pérdida de sangre y causaba dolor terrible.

Las causas de la muerte por crucifixión podrían ser varias, pero las dos más comunes eran shock hipovolémico y asfixia por agotamiento.

Cuando el evangelio de Juan narra que después de la muerte de Jesús un soldado lo transpasó con la lanza y salió “sangre y agua”, la explicación de los científicos es que el agua probablemente representaba fluido pleural y pericardio seroso, y habría precedido al manar de sangre pues tendría menor volumen que la sangre. Tal vez en el escenario de hipovolemia y de insuficiencia cardíaca aguda, los derrames pleurales y pericárdicos podrían causaron el derramar de agua que cita el evangelio.

Solo analizando el sufrimiento físico de Jesús, nos damos cuenta de lo terrible que debe haber sido soportar todo esto.
Estrés intenso, noche sin dormir, un juicio injusto, azotamiento inhumano, burlarse y todavía tener que cargar su propio instrumento de muerte.
¡Pero eso no fue NADA! ¿Y LA HEMATOHIDROSIS?

PEOR AÚN:
Lo que “pesó” sobre sus hombros fueron nuestros pecados. Isaías hace mucho tiempo profetizó:

Pero fue herido por nuestras transgresiones, y molido por nuestras iniquidades; el castigo que nos trae la paz fue sobre él, y por sus heridas fuimos sanados."
Isaías 53:5

Él era el sacrificio. El cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Solo el Dios que se hizo hombre podría reconciliar a los hombres con Dios.

Por eso decimos que el sacrificio fue por amor, pues Él no tenía pecado, nosotros sí. Si el pecado genera la muerte, quién debería morir seríamos nosotros no Él.
Así que toda nuestra podredumbre, todos nuestros malos pensamientos, toda nuestra rebeldía contra Dios... todo esto estaba sobre los hombros Cristo.

¡Y él venció no sólo al pecado, sino también la muerte!

Volver a mirar y a recibir el amor...

LA VIDA POR EL HERMANO
1 Juan 3
3 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios;
10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.

11 Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. 12 No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. 13 Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece. 14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. 15 Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. 16 En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 17 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? 18 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
El gran mandamiento Mateo 22:34-40
34 Pero al oír los fariseos que Jesús había dejado callados a los saduceos, se agruparon; 35 y uno de ellos, intérprete de la ley[l], para ponerle a prueba[m] le preguntó: 36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley? 37 Y Él le dijo: AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU MENTE. 38 Este es el grande y el primer mandamiento. 39 Y el segundo es semejante (homoios: el mismo que…) a este: AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO. 40 De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.


MANOS QUE ORAN – A. DURERO
dur-manos
En el siglo XV, en una pequeña aldea cercana a Nürenberg, vivía una familia con varios
hijos. Para poner pan en la mesa para todos, el padre trabajaba casi 18 horas diarias en las
minas de carbón, y en cualquier otra cosa que se presentara.
Dos de sus hijos tenían un sueño: querían dedicarse a la pintura.
Pero sabían que su padre jamás podría enviar a ninguno de ellos a estudiar a la Academia.
Después de muchas noches de conversaciones calladas, los dos hermanos llegaron a un
acuerdo. Lanzarían al aire una moneda, y el perdedor trabajaría en las minas para pagar los
estudios al que ganara… Al terminar los estudios, el ganador pagaría entonces los estudios
al que quedara en casa con la venta de sus obras. Así, los dos hermanos podrían ser
artistas.
Lanzaron al aire la moneda un domingo al salir de la iglesia. Uno de ellos llamado Albrecht
Durero, ganó y se fue a estudiar a Nüremberg. Entonces, el otro hermano, comenzó el
peligroso trabajo en las minas, donde permaneció durante los siguientes cuatro años para
sufragar los estudios de su hermano, que desde el primer momento fue toda una sensación
en la Academia. Los grabados de Albretch, sus tallados y sus óleos llegaron a ser mucho
mejores que los de muchos de sus profesores, y para el momento de su graduación, ya
había comenzado a ganar considerables sumas con las ventas de su arte.
Cuando el joven artista regresó a su aldea, la familia Durero se reunió para una cena festiva
en su honor. Al finalizar la memorable velada, Albretch se puso de pie en su lugar de honor
en la mesa, y propuso un brindis por su hermano querido, que tanto se había sacrificado
trabajando en las minas para hacer sus estudios una realidad.
Y dijo:- “Ahora, hermano mío, es tu turno. Ahora puedes ir a Nüremberg a perseguir tus
sueños, que yo me haré cargo de todos tus gastos.»Todos los ojos se volvieron llenos de
expectativa hacia el rincón de la mesa que ocupaba su hermano. Pero éste, con el rostro
empapado en lágrimas, se puso en pie y dijo suavemente:
– “No, hermano, no puedo ir a Nüremberg. Es muy tarde para mí. Estos cuatro años de
trabajo en las minas han destruido mis manos. Cada hueso de mis dedos se ha roto al
menos una vez, y la artritis en mi mano derecha ha avanzado tanto que hasta me costó
trabajo levantar la copa durante tu brindis. No podría trabajar con delicadas líneas el
compás o el pergamino, y no podría manejar la pluma ni el pincel. No, hermano, para mí ya
es tarde. Pero soy feliz de que mis manos deformes hayan servido para que las tuyas ahora
hayan cumplido su sueño.”
Más de 450 años han pasado desde ese día. Hoy los grabados, óleos, acuarelas, tallas y
demás obras de Albretch Durero pueden ser vistos en museos alrededor de todo el mundo.
Pero seguramente usted, como la mayoría de las personas, solo recuerde uno.
Seguramente hasta tenga uno en su oficina o en su casa.
Es el que un día, para rendir homenaje al sacrificio de su hermano, Albretch Durero dibujó:
Las Manos maltratadas de su hermano, con las palmas unidas y los dedos apuntando al
cielo.
Llamó a esta poderosa obra simplemente «Manos», pero el mundo entero abrió de
inmediato su corazón a su obra de arte y se le cambio el nombre a la obra por el de «Manos
que oran».

1 Juan 4:19-21
19 Nosotros amamos, porque Él nos amó primero. 20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. 21 Y este mandamiento tenemos de Él: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.