Quizás con un titular como este se pueda entender mejor determinados movimientos especulativos en el Norte grancanario, por la rehabilitación de edificios privados con dinero público y la puesta en marcha de residencias también privadas, aunque esa sea sólo la punta del “iceberg”.

Quizás explicando algunas cosas se comprenda mejor las reticencias del Obispado, a una cesión para la reforma -de ocho millones de euros- del antiguo colegio de Los Salesianos, ahora en ruinas, que le favorecía claramente puesto que se trataba de rehabilitarlo sin perder la propiedad del inmueble.

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