En condiciones normales, queríamos dedicar el programa al Festival Cruïlla de Tardor, y hacer nuestras secciones habituales. Pero no estamos en condiciones normales. El pasado domingo, Catalunya vivió uno de los episodios más negros de la supuesta democracia en la que nos decían que vivimos. Un capítulo de violencia policial brutal, desproporcionada, cobarde y completamente injustificada contra miles de ciudadanos como tú y como yo que, simplemente, cometieron el terrible crimen de querer expresarse en unas urnas. El derecho fundamental de toda democracia real. Podremos discutir si el referéndum por la independencia de Catalunya era más o menos legítimo, o si se daban unas condiciones y unas garantías más o menos idóneas, pero en ningún caso podemos admitir el más mínimo intento de justificar lo injustificable: el uso de violencia extrema contra gente de la calle, pacífica, democrática y que simplemente quería expresar su opinión sobre una cuestión política con una papeleta y una urna. Cada uno tenía la opción de votar libremente SÍ, de votar libremente NO, de votar libremente en blanco, de votar libremente a la Pantoja, o incluso de no ir a votar, igual de libremente. Todas las opciones eran igual de posibles y respetables. Y ninguna de ellas justifica la represión violenta que nos recordó, tristemente, al pasado no demasiado lejano de este país. Más de 900 heridos.

Lamentablemente, en Murcia se han repetido imágenes similares con vecinos que pedían el soterramiento de las vías del tren, y que también han sido reprimidos con una violencia policial completamente desproporcionada. Ante esta preocupante decadencia democrática, abuso de poder, y pérdida de derechos humanos tan básicos, esta semana hemos decidido cambiar la estructura habitual del programa, para escuchar canciones que hablen de libertad, de democracia, de derechos, de diálogo, de reivindicaciones por un mundo mejor y más justo. Algo que parece que se les ha olvidado a los políticos de este país. Y también queremos escuchar reacciones que han provocado en el mundo de la música el terrible ataque a los derechos básicos fundamentales que sufrió el domingo no sólo Catalunya, sino el conjunto de la sociedad civil española. Esto nos afecta a todos, y no pensamos callarnos.

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