El pasaje de 1 Corintios 15:35 nos habla sobre la transformación de nuestros cuerpos celestiales y terrenales. Nos dice que todos seremos transformados y que nuestros cuerpos resucitados serán diferentes. Es como comparar este proceso con el crecimiento de una semilla que se planta y luego nace una planta. Además, nos recuerda que Cristo Jesús vencerá a la muerte y que hay diferentes tipos de muerte, como la separación del cuerpo y el espíritu, la separación de Dios y el hombre, y la muerte física y eterna. En definitiva, nos anima a vivir con un pie en este mundo y otro en la eternidad, confiando en la victoria de Cristo sobre la muerte.

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