Ha vuelto a ser visto en el museo del Prado el famoso monstruo insectoide, concretamente en la llamada sala de las musas, que lleva apareciéndose y amenazando a los visitantes desde el siglo XIX. Lo vieron, y así lo declararon a la cadena Cope, un grupo de turistas belgas, que habían desayunado callos en casa Malacatín, el pasado mes de Enero. Esta última circunstancia, si bien podría hacernos desconfiar de la certeza de la visión, nos lleva, una vez más, a hacernos algunas preguntas. ¿ Por qué Folomir, director del museo, oculta las cada vez más numerosas apariciones? ¿ Por qué ilustres investigadores de lo Oculto como Iker Jiménez, famoso argonauta de riadas varias, o Enrique de Vicente, egregio ignifugador de la pirámide de Keops, no hacen públicos los desmanes del monstruo desde sus más que neoliberales tribunas del Misterio? ¿A qué intereses sirve tan ultraterrena visión? Nosotros, con el Manuscrito encontrado en Zaragoza en la mano, te contamos su terrible historia.

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