CLASE DISCIPULAR 5 - PRINCIPIOS DEL DISCIPULADO ESPIRITUAL 5

23/10/2019 9 min Temporada 1 Episodio 5

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Síntesis del Episodio

1- En el camino a nuestra madurez necesitaremos responder, dar cuenta y ser guiado por personas. El discipulado espiritual no puede ser asumido en soledad o en autonomía individual.
a. Hebreos 13:17-18 dice: “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso. (18) Orad por nosotros; pues confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo”.
b. El objetivo de la obra ministerial es la madurez y estatura de los santos en la Iglesia. Efesios 4:11-16 dice: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, (12) a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, (13) hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; (14) para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, (15) sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, (16) de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor”.
c. El fin de la obra de un ministro del Señor no es dejar a las personas atadas a sí mismos, sino aferradas al Señor y Su Palabra por la madurez verdadera. Filipenses 2:14-16 dice: “Haced todo sin murmuraciones y contiendas, (15) para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; (16) asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado”.
2- El discipulado implica gestión.
a. No puede haber discipulado sin disciplina.
b. El discipulado espiritual y verdadero no puede ser vivido en el formato de buenas opciones. No puede ser opcional, sino gobernante e imperativo.
c. Esa gestión no deberá ser por imposición externa, sino por la convicción personal del llamado de Dios y asumiendo que nuestra obediencia a Él es nuestra verdadera libertad.
d. Un discípulo es aquel que puede demostrar un crecimiento constante de su obediencia a Dios.