Vivir desesperado y angustiado por lo que ha de acontecer hace que pongamos en menos la fidelidad de Dios; debemos en todo tiempo ser agradecidos por las ricas bendiciones y la eterna paz que nos inunda a través de la presencia del Espíritusanto en nuestros corazones.1 Tesalonicenses5 1-4 “Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá, así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad,entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.

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