Como definitivamente no puedo cambiar al otro… probé llevar al máximo mi carácter.¿De qué estoy hablando? Ya sabes que tu pareja y tú son diferentes en cuanto al carácter y la manera que tienen de hacer las cosas en la cotidianidad es diferente y muchas veces contraria.Te voy a contar algunas diferencias que tengo con mi esposo y sobre cómo esas diferencias nos llevan muchas veces a discutir. Y también, te voy a contar sobre un experimento que hice, donde por un tiempo dejé de hacer las cosas a mi manera y me dejé llevar por la forma en la que lo hace mi esposo.En este episodio te voy a contar cuáles fueron esas conclusiones y esos resultados a los que llegué después de unos meses de tan difícil experimento.Mientras te abro mi corazón y la intimidad de mi hogar, te invito a que analices: ¿qué pasa en tu relación?, ¿en qué situaciones actúan completamente diferente? Y, ¿por qué cosas cotidianas están peleando continuamente?También te invito a que te permitas imaginar que algunas cosas se pueden hacer a la manera de él y no va a pasar nada malo. Pero mejor escucha todo el cuento completo para que llegues a tus propias conclusiones.Este ejercicio que hice es para demostrarte que las diferencias en el matrimonio no deben dividirnos, sino que deben complementarnos.La idea es que convirtamos esas diferencias en ventajas y descubras que, entre más diferente eres tú de tu esposo, más rica puede ser su relación.Esto es Hablemos de ser Esposas. Y recuerda: no te aguantes, ni te divorcies ¡Hay otro camino! El de la conciliación.

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